Por Gustavo Frías Silva
28 Marzo 2020
Las crisis sirven para agudizar el ingenio. De esa manera se puede estar más atentos a las oportunidades que van apareciendo según las necesidades que se deban cubrir y encontrar la forma de que surjan las soluciones a ciertos problemas.
Uno de los fenómenos que primero aparecen cuando se dan ciertas crisis o catástrofes es la articulación público-privada. Mediante esta, los diversos factores que hacen a una comunidad organizada se reúnen para buscar soluciones, que en forma separada o personal no podrían encontrarse.
Ejemplos de articulaciones público-privada se vienen dando en nuestra provincia desde hace mucho tiempo.
Si nos remitimos a la historia agrícola de Tucumán, sin duda podemos afirmar que la idea del filántropo Alfredo Guzmán, ocurrida hace más de 100 años, logró su objetivo de tener una organización de investigación de gran envergadura.
La Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) es un ente autárquico del área del Ministerio de Desarrollo Productivo de Tucumán. Desde sus inicios, su misión ha sido apuntalar el desarrollo agrícola-ganadero de la provincia y sus industrias derivadas, por medio de la investigación, de los servicios y de la transferencia tecnológica. Primera en su género en el país, la Eeaoc fue creada en 1909, y su diseño incluyó aspectos innovadores para la época: se trataba de una institución estatal, gestionada por los propios productores y financiada mayoritariamente con recursos de la producción.
La Eeaoc está dirigida por un directorio ad honorem. Sus miembros, que son designados cada cuatro años por el Poder Ejecutivo de la Provincia, representan a los principales sectores productivos de Tucumán.
Otro ejemplo muy palpable de articulación público-privada es la conformación de clusters productivos exitosos, que vienen trabajando desde hace tiempo, con el esfuerzo mancomunado del sector privado, apoyado por el estamento estatal. Un caso es el cluster citrícola, que permitió que Tucumán tenga un lugar destacadísimo en la producción citrícola mundial.
Dentro de este mismo ejemplo figura el trabajo que se viene desarrollando desde hace mucho tiempo, en que el sector privado citrícola y las autoridades nacionales y provinciales trabajan de manera constante y coordinada, para llevar adelante una lucha fitosanitaria en procura de lograr prevenir el ingreso de la bacteria del HLB en nuestra región y del vector en nuestra provincia.
Hace un tiempo, cuando comenzaron a plantearse diferentes estrategias para enfrentar esta plaga, parecía que esta lucha era desigual y difícil de ganar. No obstante, el esfuerzo que se está realizando desde el momento mismo de trabajar coordinadamente entre el Estado y el sector privado da esperanzas de que se estará preparado para el día que la bacteria aparezca en Tucumán y/o en la región.
Continuando en esa línea, el Senasa ejecuta actualmente el Programa Nacional de Langostas y Tucuras, por el cual se realizan regularmente monitoreos y tareas de control sobre la base de relevamientos habituales en las zonas donde habitan estos insectos, a partir de comunicaciones de productores, pobladores locales y de otras instituciones.
Este programa permite la articulación entre el sector privado y todos los organismos y las instituciones del Estado, para lograr un adecuado monitoreo y control de la plaga.
El XXX° Congreso Internacional de Técnicos de la Caña de Azúcar fue otro hito histórico en el que el sector público y privado aunaron esfuerzos para desarrollar este mega evento en Tucumán. El Gobierno provincial, la Eeaoc, Satca, Ingenios Azucareros, la Sociedad Rural de Tucumán y demás organizaciones, permitieron que la provincia reciba en un centro de convenciones a los referentes internacionales del mundo azucarero.
Hoy, la aparición del coronavirus en el mundo también movilizó a los diversos factores, para enfrentar a esta pandemia que está haciendo estragos en el planeta. Nuestra provincia y el país también trabajan para enfrentarla.
Dentro de esto resulta importante de destacar la articulación realizada entre Acnoa y los Gobiernos provinciales, a la que se sumaron Senasa y sindicatos de trabajadores generando un protocolo de seguridad para disminuir todo riesgo de contagio y para cuidar la salud de todos los actores involucrados y continuar con la cosecha, con el empaque y con el procesamiento de limones en la región.
Finalmente hay que destacar la iniciativa de la SRT, de ofrecer sus instalaciones para que se monte un centro de aislamiento para pacientes leves, que fueron puestas a disposición al Ministerio de Salud de la provincia para que se trabaje coordinadamente en beneficio de la sociedad tucumana.
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