El papa Francisco ha pedido oraciones por las familias que empiezan a experimentar "dificultades" debido al confinamiento obligatorio en varios países de distintas zonas del mundo que ha golpeado al sistema económico para detener el avance del contagio del coronavirus.
"Oremos hoy por las personas que empiezan a tener problemas económicos a causa de la pandemia, porque no pueden trabajar y todo esto recae en la familia. Oremos por la gente que tiene este problema", ha señalado en la misa que ha celebrado en Santa Marta, de nuevo sin fieles y retransmitido en streaming. De momento, y "hasta nuevo aviso", las celebraciones en el Vaticano seguirán celebrándose del mismo modo, según ha informado la Santa Sede.
Francisco ha pedido en este sentido oraciones por las familias que empiezan a experimentar necesidades económicas a causa de la pandemia y que no pueden trabajar debido a las medidas de seguridad que se han adoptado en diferentes lugares del mundo. En su homilía, el Papa también ha invitado a intensificar la oración en este periodo con fe, perseverancia y valentía.
Un mimo a las monjas infectadas
El limosnero del Papa, el cardenal Konrad Krajewski, ha visitado los dos institutos religiosos de Roma donde 60 monjas han resultado positivas al test de coronavirus para llevarles productos frescos de la Villa Pontificia de Castel Gandolfo, la residencia veraniega donde los predecesores de Francisco solían pasar los veranos.
"Para hacerles sentir la cercanía y el afecto del Santo Padre en este momento de difícil prueba y dificultad, el cardenal Konrad Krajewski les llevó algunos como regalo algunos productos de las Villas Pontificias de Castel Gandolfo, como leche fresca y yogurt", ha señalado la oficina de prensa del Vaticano.
Según se informó el sábado, sesenta monjas fueron contaminadas por el virus en dos institutos religiosos de Roma: la comunidad religiosa de Grottaferrata, donde se contagiaron veinte religiosas; y el Instituto de las Hijas de María de San Camilo, donde resultaron positivas al COVID-19 otras cuarenta. Una de las monjas está ingresada en un hospital en estado grave. Desde el viernes los dos conventos están en completo aislamiento.
Además, la oficina de prensa de la Santa Sede ha informado de que la misma donación se ha hecho al Centro de Ancianos Juan XXII que está gestionado por las Misioneras de la Caridad. La estructura también ha sido sometida al aislamiento total después de que dos operadores sanitarios que trabajaban allí resultaran positivos al Covid-19. (Europa Press)