Murillo, la única mujer que compite en el yachting local, y su forma de enfrentar las adversidades

Leyla Murillo lleva 16 años en este planeta. La jovencita, entonces, vivió la caída de las Torres Gemelas, que modificó el orden mundial y ahora, la pandemia de Covid-19. “Me lo tomo con calma”, reconoció sobre la crisis que se vive a nivel mundial y que será tan trascendental como la que generó el atentado terrorista en 2011. “Veo gente muy asustada y no me siento identificada con ellos, pero, obviamente, tengo los cuidados correspondientes”, advirtió. Esa actitud de Murillo que parece oscilar entre la tranquilidad y el estado de alerta, está forjada en su realidad deportiva. Ella es la única mujer que compite en el Campeonato Tucumano de Yachting (su embarcación es de categoría Laser Radial). La navegación tiene esos extremos porque los diques y lagos cambian drásticamente sus condiciones en instantes.

Por ello es que se adapta a las situaciones poco habituales como un aislamiento. “Ocupo mi tiempo con mi hermano mayor. Los dos somos amantes de la música. Así que pasamos mucho tiempo tocando la guitarra y cantando. Mi hermano del medio no toca instrumentos, él sólo canta”, contó la nauta. El repertorio siempre es de rock nacional que no sólo sabe replicar en la guitarra, también le sale bien en el ukelele. Cuando el trío se disuelve, Murillo aprovecha para hacer otra actividad que por sus entrenamientos en El Cadillal y en el gimnasio no puede disfrutar mucho. “Me gusta mucho leer. Con todo este tiempo de sobra, estoy leyendo Hamlet. También me gusta escribir así que lo estoy haciendo más de lo que lo hago normalmente”, comentó. ¿Qué le gusta escribir? “A veces, me hago la poeta, pero lo que más me gusta, es escribir como si le hablara a un público acerca de un tema específico del que se puede sacar una reflexión”, explicó. “Mi charla favorita es sobre la pobreza y me gustaría darla algún día, aunque sea en mi colegio”, deseó la alumna del Instituto JIM. “Como soy así, sentimental y sensible -se describió-, al coronavirus le podría escribir horas concientizándolo desde mil perspectivas de porqué no debería infectar, ni matar personas”, imaginó.

Aunque la rutina tiene una pausa obligada, Murillo no cambió sus metas anuales. Los Grand Prix, las fechas del NOA y en especial el Argentino de Laser Radial, están en su agenda. Perder tiempo no es opción. “Me armo una mini clase de entrenamiento funcional con lo que tengo. Con bidones de agua me armo pesas, hago sentadillas, abdominales, flexiones de brazos. Trato de entrenar lo máximo posible”, afirmó Murillo.