19 Marzo 2020
AMIGAS Y RIVALES. Shauin Kao se impuso con 2.281 puntos sobre Joanna Di Grigoli (2.139) y Bianca Heinrich (2.012).
A veces, la diferencia entre un primer y un segundo puesto, o entre una victoria y una derrota, reside simplemente en una decisión acertada y oportuna. Como la que tomó Shauin Kao en la recta final de la última manga del Campeonato Panamericano de Parapente en Baixo Guandu (Brasil): quedarse haciendo un par de giros extra en la última térmica, previa a la baliza, lo que le brindó una ventaja decisiva sobre sus principales rivales y le permitió tomar la punta por asalto en el tramo decisivo hacia el goal.
“Fue una semana espectacular. No sólo por el triunfo, sino porque pude competir con muy buenas rivales, que además son mis amigas”, es el balance más resumido que hace la parapentista tucumana de una competencia que había empezado con varias dificultades. El clima no ofrecía buenas condiciones para el vuelo (llovió mucho y estuvo nublado), y la amenaza latente del coronavirus se hizo sentir por tratarse de un evento internacional.
EQUIPO. La selección argentina, con Martín Romero Garayzabal, Michel Guillemot, Shauin Kao, Pablo Mastricchio, Federico Rodríguez y Adrián Acosta.
“Estuvimos bajo controles muy estrictos. Los de la FAI (Federación Aeronáutica Internacional) son europeos, así que fueron muy exigentes. Cada mañana teníamos que someternos a un chequeo médico, y si no lo hacías, no podías competir”, cuenta Shauin, que tras su regreso entró en cuarentena al igual que su marido, el también experimentado parapentista Adrián Acosta.
Un gran final
Las cosas no habían empezado bien para Shauin. Las primeras dos mangas fueron de condiciones adversas (de hecho, el Comité de Seguridad, conformado por pilotos de experiencia, ordenó parar una de ellas por la lluvia) y no pudo puntuar bien. Sin embargo, a partir de la tercera todo cambió. Ya con clima favorable, pudo ganar la manga con buena diferencia y colarse entre los primeros puestos. Otra buena actuación en la cuarta le permitió meterse en el podio y acomodarse para la última, que Shauin no duda en calificar como “una de las más espectaculares de su carrera”: “no tuve una buena largada, pero fui optimizando tiempo siguiendo la líneas de las nubes. Así logre alcanzar al grupo que venía delante mío, que eran todas mujeres. Se dio algo que no es común, que es el hecho de volar juntas. Porque somos amigas, y eso lo hace más divertido”, describe.
COMPAÑEROS DE AVENTURAS. Shauin junto a su marido, el piloto Adrián Acosta.
El final fue un cabeza a cabeza entre Shauin, la venezolana Joanna Di Grigoli y la alemana Bianca Heinrich (compite para EE.UU.). En esa maniobra clave, la tucumana se jugó todo. “Marcella (Ochoa, de Brasil), que venía cuarta, no nos podía alcanzar ya, así que tenía el podio asegurado. Y como me daba lo mismo quedar segunda o tercera, me arriesgué a ver si podía ir por el primer puesto”, explica. Finalmente, llegó al goal con la altura suficiente para un buen aterrizaje. Bianca, que llegaba como líder, tuvo que aterrizar en un morro cercano y cayó al tercer puesto, superada también por Joanna. Shauin pudo sacarse la espina de hace dos años, cuando finalizó tercera en su primer Panamericano.
Por el brote de coronavirus, muchas de las competencias en las que tenía planeado participar junto a Adrián fueron suspendidas. Pero igual, tiene con qué entretenerse en cuarentena: “estoy con mis hijos, mi huerta y mucho que hacer en casa. No tengo cómo aburrirme”.
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