En la última conferencia de prensa que ofreció el Gobierno nacional, el presidente Alberto Fernández decretó, entre otras medidas, el cierre de todas las fronteras del país durante al menos 15 días para evitar la propagación del coronavirus.
“Hemos tomado la decisión de que durante los próximos 15 días vamos a cerrar las fronteras y nadie podrá ingresar, salvo obviamente los argentinos nativos extranjeros residentes en Argentina”, explicó el primer mandatario luego de la conferencia con especialistas sanitarios.
La restricción de ingreso al país se tradujo en la angustia y desesperación de miles de argentinos que quedaron varados en distintos puntos del planeta. Ese fue el caso de un grupo de 4 tucumanos que, tras pasar tres meses en Estados Unidos haciendo un programa de Work and Travel, aún no conocen a ciencia cierta cuándo ni cómo regresaran al país.
“Teníamos un vuelo para el 4 de abril pero por toda esta situación, desde la aerolínea y la empresa con la que viajamos nos dijeron que no iba a ser posible volver en esa fecha. Mi familia intento cambiar el pasaje pero fue casi imposible, era demasiado caro. Nos comunicamos con la embajada y nos hizo llenar un formulario donde nos ponen en una lista para poder viajar desde nueva york o Miami, pero eso no significó ninguna solución para nosotros que estamos en California, muy lejos de ahí”, contó Milagos Gallardo, desde Lake Tahoe.
“Lo único que logramos, después de muchísimos reclamos, es que nos cambiar nuestra fecha de regreso para el 20 de marzo, saldríamos desde Los Ángeles y haríamos escala en Chile. Igualmente estamos muy preocupados porque no nos aseguran nada. Estamos varados”, sentenció.
Mientras tanto, en Perú, un contingente de 150 argentinos quedó varado en el aeropuerto Jorge Chávez. “Mi vuelo era para el domingo que viene pero como se anunció un toque de queda y cierre de aeropuertos por los próximos 15 días sabía que todo el plan iba a cambiar. Después el consulado argentina nos pidió que nos reuniéramos aquí (en el aeropuerto), ahora no nos informan nada, ni nos responden”, denunció Santiago Toledo Berral.
“Acá hay gente mayor sin poder volver, ya que los costos de un pasaje durante el día ascienden a 2.000 dólares. Nos prometieron que aerolíneas argentinas se hará cargo de nuestro traslado, pero no incluye a todos los varados, solo un grupo. Tampoco nos dicen cómo ni cuándo volveremos”, relató.
Por su parte, Camila Pastorino, relató la odisea que tocó vivir para poder volver a Tucumán. “Me cancelaron dos vuelos ya comprados, igual tuve suerte porque la embajada se hizo cargo de mi situación y me contuvieron en todo momento. El tema es que los vuelos programados para repatriar argentinos parten de distintos puntos y no son de fácil acceso para todos, menos ahora que la mayoría de transportes terrestres o están paralizados o bajaron al mínimo su circulación”, contó.
Además advirtió: “Durante mi regreso, en todo momento que había estado en Italia para que no me ubiquen cerca de pasajeros ancianos pero siempre me respondían lo mismo: ‘el avión va lleno, no sabemos con quien te puede tocar’, eso me pareció mal”.