17 Marzo 2020
A Marcos Blanco se le propone hacer un juego en el serio mundo de la Liga de Voleibol Argentina (LVA). ¿Qué puntaje le pondrías a Monteros Voley? “Un cinco”, estampó el técnico del único equipo tucumano que participó en la temporada 2019-2020 del máximo torneo del país.
Blanco reconoció que los dos objetivos que se propusieron, los cumplieron. Clasificaron a los playoffs -perdieron en cuartos de final ante Bolívar- y llegaron a esa instancia sólidos en el juego. Pero... “Nos llevó bastante tiempo, más del pensado, encontrar un equilibrio, esa solidez que estábamos buscando”, explicó el ex jugador.
El análisis obliga a reconstruir la historia de Monteros Voley desde antes de comenzar el torneo. Conformar el torneo fue muy difícil porque reunir a los nueve equipos que decidieron competir, fue muy complicado, sobre todo porque los costos económicos se elevaron. Los monterizos estuvieron en esa situación, algo que los llevó a empezar más tarde con la pretemporada. “La falta de tiempo fue uno de los factores que nos impidió llegar más lejos. Dos semanas más de pretemporada hubiesen sido buenas. Creo que esa solidez hubiera llegado antes y podríamos haber terminado jugando la fase regular mucho mejor de lo que lo hicimos”, explicó Blanco, que debutó como entrenador principal al frente de un equipo de la máxima categoría.
“La Liga es competitiva independientemente de la cantidad de equipos que jueguen. Nueve, 10, 11, 12... nada le quita la competitividad porque el voley argentino se caracteriza por tener mucho volumen de juego. Es la calidad con la que los equipos se preparan y entrenan lo que la hace competitiva”, sintetizó.
Para reflexionar
Los monterizos terminaron la temporada con un rendimiento de cuatro partidos ganados y 18 perdidos. En los cuartos de final, a Bolívar, campeón defensor, lo pusieron en aprietos en el segundo juego de la serie. Fue ahí donde quedó evidenciado que Monteros Voley podía hacerle frente a las potencias pero, como dijo Blanco, ya no había tiempo. “No se si haya algo concreto que se hizo muy bien o algo que se hizo muy mal. Constantemente hay aciertos y errores. Si está la capacidad de ver y reflexionar sobre las cosas que hicimos bien y mal, podemos dar el salto de calidad”, explicó Blanco.
Con todo eso anotado, es que Blanco espera la próxima LVA. Claro está, hasta que llegue el penúltimo mes del año cuando suele empezar el torneo, el DT seguirá asimilando lo aprendido. “Me dejó mucho aprendizaje. Uno a veces arranca con toda la adrenalina por ser la primera Liga y se da cuenta que, a veces, la situación era mucho más simple de lo que ameritaba”, reconoció Blanco.
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