El Torneo Federal baja la persiana

La dirigencia de los 72 equipos que compiten en el Torneo Federal estaba expectante acerca de lo que resolvería la Confederación Argentina de Básquet respecto de una eventual suspensión temporaria del certamen. Finalmente, la CABB decidió cerrar su sede y paralizar provisoriamente sus competiciones. A raíz de varios cierres de clubes en diferentes puntos del país, acatando disposiciones locales, también se suspendió el Torneo Federal hasta el 31 de marzo.

Días atrás, cuando el coronavirus comenzó a ocupar el centro de las noticias, desde la CABB habían determinado que los partidos se continuaran disputando, aunque a puertas cerradas. Casi en el mismo momento, la Asociación de Clubes (AdC) -rige las máximas categorías del básquet argentino, Liga Nacional y Liga Argentina- había resuelto la cancelación de estas dos competencias. Los dirigentes de los clubes que participan del Federal advirtieron una contradicción entre ambas decisiones, debido a que tanto la CABB como la AdC están dirigidas por el mismo grupo político.

El domingo, los responsables de la CABB emitieron un nuevo comunicado, mediante el cual admitían que podían cancelarse algunos juegos de los programados para ese día, siempre y cuando ambos clubes estuvieran de acuerdo con ello. El texto precisaba que la disposición se dictaba a la espera de las medidas que iba a anunciar esa noche el Gobierno nacional. El presidente Alberto Fernández indicó que no se podrá desarrollar ningún tipo de espectáculo -incluyendo los deportivos- que signifiquen un número importante de gente alrededor de ese encuentro. No obstante, esto no implica la prohibición, sino, en todo caso, habilita a que se juegue a puertas cerradas.

Para el domingo, en el marco del Torneo Federal estaba pautado que Belgrano recibiera a los salteños de El Tribuno. Y, en efecto, así ocurrió. “Hablamos con el otro equipo, pero ellos ya estaban en camino hacia Tucumán, ya habían hecho el gasto, y los árbitros ya estaban en la provincia; así que jugamos, obviamente en contra al sentido común”, dijo Mariano San Martín, presidente del “Patriota”. Belgrano ganó 66 a 61, y saltó a la cima de la División NOA del torneo. El partido se jugó sin público, en consonancia con las resoluciones del Gobierno de Tucumán y de la CABB. “El comisionado técnico verificó que no ingresaran más que aquellas personas que tenían permitido entrar: dirigentes de ambos clubes, prensa y personal de la organización; es decir, unas 30 a 35 personas”, explicó San Martín.

La ausencia de público ocasiona un fuerte perjuicio a los clubes. “Abrir las puertas para que se juegue un partido del Federal cuesta entre $ 25.000 y $ 35.000, según de dónde sean los árbitros y los comisionados. El precio de las entradas va de los $ 120 a los $ 150; y a esta recaudación se suma lo que el club saca por la venta de la cantina. Es decir que para cubrir un partido se precisa que paguen su entrada entre 200 y 250 personas. Esto ni siquiera ocurre en situaciones normales, imaginate con la medida de jugar sin público”, señaló Gustavo Paz, presidente de Nicolás Avellaneda, uno de los clubes que conforma el equipo de Unión Abasto.

Pero más allá de la cuestión económica, Paz se pronunció a favor de la suspensión. “El transporte en el cual se trasladan los jugadores, o el vestuario son verdaderos caldos de cultivo para un contagio masivo si un jugador o un integrante del cuerpo técnico es portador del coronavirus. Le decíamos (a la CABB) que no abriríamos las puertas de los estadios. Queremos salvaguardar la salud de nuestros jugadores, miembros del cuerpo técnico y empleados”, contó Paz.