Michele Puccini, músico y hermano del famoso autor de “Tosca” y “La Bohème”, quiso radicarse en la República Argentina en 1889, en mala hora. Nunca hubiera sospechado que el destino lo llevaría a ser protagonista de una peripecia extraordinaria. Sus secuencias más dramáticas se desarrollan en San Salvador de Jujuy, la aldea semicolonial de aquellos años, donde el senador Domingo Teófilo Pérez era señor de horca y cuchillo. Desempeñaba su banca en el Congreso cuando fue nombrado dos veces interventor federal en Tucumán, en 1893 y en 1905. El amorío con una provinciana lo llevaría a batirse en duelo y ser herido.
Sobre este hecho real, Marcelo Zapata ha elaborado “una historia imaginaria”, magníficamente escrita, que el lector no puede abandonar. El tratamiento que le otorga revela una nada común sensibilidad.
Va y viene en el tiempo, Italia, Buenos Aires, Jujuy, sueños, exaltaciones, depresiones. Y por supuesto la música, cuyo único propósito -según asentía Michele- era “explorar las profundidades del corazón”, para Beethoven. El lector viaja maravillado por las catacumbas misteriosas de la condición humana: inquietudes, remordimientos, incertidumbres, pasión.
Tiene la condición maestra del gran novelista, que es saber crear climas con mínimas palabras. Planta en escena gentes y sucesos que nunca aparecen forzados. Zapata es un fogueado periodista de temas culturales y un calificado experto en lo que se refiere a la ópera y a su mundo. Todo lo bueno que el periodismo puede dar a sus cultores inteligentes - aquellos enemigos “de la reiteración y del grueso calibre”- brilla en esta que es su primera novela.