16 Marzo 2020
Un interno la línea 130 (ruta 9) repleto de pasajeros.
Subir al ómnibus, en algunas líneas de Tucumán, se ha convertido en un calvario. Las unidades, en especial de servicio interurbano de pasajeros, viajan repletas de gente. Los pasajeros parados, empujándose para avanzar hacia la parte de atrás, mientras el chofer se siente obligado a detenerse en la siguiente parada para que suban más gente. Esta mañana hubo discusiones entre pasajeros con choferes.
“No puede subir más gente, señor”, le dijo una mujer al conductor de un interno de la línea 130 (ruta 9). El colectivo cumple el recorrido desde Tafí Viejo hasta la estación terminal. “Aquí no hay más lugar”, agregó un empleado de comercio para reforzar la queja. Mientras tanto, el chofer volvió a detenerse en la siguiente parada. El murmullo de los pasajeros creció a la misma velocidad en la que viajaban en el colectivo.
El vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat), Jorge Berretta, admitió el problema, pero remarcó que los choferes quedan en el medio de un “tire y afloje” con los pasajeros. “Es imposible poder controlar la cantidad de pasajeros que van sentados por la necesidad de viajar que tiene los otros pasajeros que están en las paradas”, afirmó.
Las nuevas escenas de la vida cotidiana comienzan a mostrar ciertos cortocircuitos por actitudes y comportamientos que deben tomarse en cuenta. “En esta constante dinámica por esta pandemia vamos aprendiendo sobre la marcha y hay cosas que están sin determinar –afirmó Berreta-; por eso estamos esperando las nuevas medidas nacionales y estamos en contacto con el gobierno provincial para ver cómo acentuamos las disposiciones”, agregó.
Las unidades repletas es un problema que hoy se presenta en las líneas de colectivos. La desconfianza por la propagación del coronavirus abre discusiones. “No es algo que podamos manejar nosotros –admitió el empresario-. Estamos tratando de hacer lo mejor posible”, reconoció.
Hemos tenido situaciones con conductores que tuvieron problema por discusiones, dijo Berretta.
Por otra lado, Berretta resaltó que a los choferes de las líneas rurales que manejan dinero se les provee de elementos para la higiene constante. “Estamos implementado en las líneas rurales, que el conductor lleve un frasco de de alcohol en gel y un frasco de jabón antibacterial para que se pueda lavar constantemente las manos. Se comenzaron a fumigar galpones y colectivos para combatir todo tipo de virus”, precisó.
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