Revelaron las causas del accidente aéreo en el que murieron Emiliano Sala y su piloto

Revelaron las causas del accidente aéreo en el que murieron Emiliano Sala y su piloto

A 15 meses del hecho, la Air Accidents Investigation Branch de Reino Unido dio a conocer su informe.

EN LA MEMORIA. Emiliano Sala. EN LA MEMORIA. Emiliano Sala. ARCHIVO
13 Marzo 2020

Las causas del accidente que derivó en la muerte del futbolista Emiliano Sala y del piloto Dave Ibbotson, quien guiaba la avioneta en la que viajaban, fueron develadas recién hoy, a casi 15 meses de esa tragedia.

El informe fue publicado por la Air Accidents Investigation Branch (AAIB) de Reino Unido y afirma que una de las variantes que se estudió fue el clima. "El pronóstico del tiempo mostró un frente frío moviéndose durante la noche, precedido por chubascos dispersos, a veces fuertes. Aunque el vuelo ocurrió por delante del frente frío, el radar de lluvia revisado después del vuelo mostró numerosas precipitaciones en el área al norte de las Islas del Canal en la ruta planificada", indicó el comunicado.

La conclusión a la que arribaron es que el estado del tiempo, sumado a la oscuridad de la noche, hicieron que el piloto dependa principalmente de los instrumentos de la aeronave para su orientación ya que “el vuelo nocturno presenta dificultades para identificar el clima al que se sumerge la aeronave”.

Desde la AAIB aseguraron que dichas condiciones climáticas pueden causar ilusiones que comprometan el control de la aeronave y que esto se debe evitar utilizando la información proporcionada por el vuelo instrumental. Es aquí donde se presume el primer error de Ibbotson, ya que desde su última renovación de licencia para volar, en 2017, no se había familiarizado con el vuelo por instrumentos porque solo volaba de manera visual (o manual), publicó Infobae.

De todas formas, los análisis de los datos del radar aseguran que hasta las 20.02 la nave mantuvo el rumbo y la altitud precisa, por lo que se estima que el Piper PA-46 Malibu estaba siendo volado de manera automática. Fue allí, cuando se acercaba a Guernsey, que se registró una maniobra en modo visual. El primer giro que da el avión hacia la derecha en un banco de 22º se considera que fue dado con el piloto automático encendido, sin embargo, la acción posterior “el ángulo de inclinación superó el límite de piloto automático y, por lo tanto, es probable que el avión volara manualmente por el piloto, ya sea con el piloto automático desactivado”, según afirma la documentación presentada.

A estos primeros inconvenientes les sucedieron una serie de errores que decretaron la tragedia. A las 20.12, la ATC le dio permiso al piloto de descender por debajo de los FL50 -lo que fue su última conexión-. Se determinó que las acciones seguidas fueron un giro a la derecha y otro brusco a la izquierda, durante el cual el ángulo del banco alcanzó aproximadamente 56°. Allí, el ángulo de la aeronave descendió, se elevó y volvió a descender en apenas 90 segundos. “La investigación concluyó que el avión estaba siendo volado manualmente durante este período, que fue poco antes de entrar en el giro descendente final hacia la derecha”.

Lo que no quedó claro es si las acciones fueron producto de una decisión consciente de Ibbotson o de una distracción: “No fue posible determinar si, en las maniobras antes o durante el turno final, el piloto voló deliberadamente manualmente o si el piloto automático desconectado inesperadamente obligándolo a hacerlo. Si esto último, es posible que el piloto se distrajo al intentar volver a activar el piloto automático”.

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