“Vamos a ganar, los chicos se lo merecen”, exclamó Cristian Luchetti apenas vio la presencia de Victoria Campestrini (78 años). Esta socia de Atlético (asiste al sector 5 de plateas, detrás del banco), fue ayer a Ojo de Agua acompañada por su nieta, Sofía Soria (10), que tenía un sueño: conocer al “Laucha”. La niña llevaba en su mochila escolar un dibujo del número “1”. En la confitería del complejo esperó sentada junto con su abuela (y con un helado de por medio) que llegara el momento soñado, al finalizar la sesión.
“Cuando se vayan los jugadores los vamos a esperar a la entrada y le doy el dibujo a Lucchetti”, dijo Sofía. Mientras se acercaba el encuentro, se aceleraron las pulsaciones de su corazón. Presentación mediante, los dos estuvieron frente a frente. La niña le dio la caricatura, el arquero la observó y atinó a abrazarla, como si fuera una de sus dos hijas. Pero la historia no terminó entonces. “Laucha” le dijo “esperá que ya vengo”. Y se fue a la zona de la utilería, y desde allí vino con una remera a la que autografió y se la regaló. A esa altura, Soria ya era un mar de lágrimas por la emoción.