Uno de los ocho rugbistas imputados por la muerte de Fernando Báez Sosa solicitó ser atendido por un psiquiatra. Se trata de Ayrton Viollaz, imputado como "partícipe necesario" del homicidio por la fiscal Verónica Zamboni.
La causa del pedido tendría que ver con la condición de aislamiento que atraviesa el joven en la cárcel de Dolores.
Por otra parte, el juez David Mancinelli ordenó que se le realicen a los rugbistas pericias psicológicas y socioambientales para analizar la prisión domiciliaria, medidas de rigor, que no implican ninguna situación especial para los imputados.
El 13 de febrero el abogado de los ocho jóvenes, Hugo Tomei, aprovechó la salida de Alejo Milanesi y de Juan Pedro Guarino para solicitar el arresto domiciliario para lo demás detenidos.
En los próximos días la Sala I de la Cámara de Garantías y Apelaciones de Dolores deberá finalmente confirmar o rechazar el pedido de la defensa y, en caso de dictarse la prisión preventiva, los rugbistas podrían ser trasladados a la prisión de Campana, donde se encuentran detenidos jóvenes de 18 a 21 años con primera condena.