El economista Lorenzo Sigaut Gravina consideró que el comunicado del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el que afirma que la deuda es insostenible y le pide a los acreedores privados que acepten una quita importante, “lo cosechó el Presidente (Alberto Fernández)” durante la gira por Israel y las economías centrales de Europa, que “concluyó con un espaldarazo tácito de Donald Trump a una renegociación de la deuda”.
Según el socio y director de la consultora Ecolatina, que el FMI haya dicho que la deuda del país no es sostenible “le da un aval al país, porque no es la Argentina la que está diciendo que no puede pagar, sino que es ‘el árbitro’ el que lo está diciendo”.
El especialista destacó, en declaraciones a Télam, que el Gobierno “se anotó el apoyo del FMI y eso no es poco”, y evaluó que “esto es un impulso importante para negociar la deuda con acreedores privados”.
Sigaut Gravina, además, estimó para el corto plazo “un piso de inflación mensual de 2%”, aunque “obviamente cuando haya algún tipo de descongelamiento podemos volver a tener algoritmos más altos, de 3% en algún mes en particular, en función de cómo se vaya a dar el descongelamiento”.
El problema, afirmó el economista es que esta baja de la inflación se basó mucho en el congelamiento. “Esto va generando distorsiones: un poco de atraso cambiario, tarifario y en el precio de los combustibles, que después hay que empezar a corregir”, señaló.
“El verdadero desafío de la Argentina es bajar la inflación de una forma consistente y sostenible”, resumió Sigaut Gravina.
Agregó que cuando se saque un poco el congelamiento algunos precios van a presionar a la inflación. No obstante, Sigaut Gravina dijo: “incluso este descongelamiento es deseable, porque prefiero tener una inflación este año en 40% que llegar a 30% manteniendo el tipo de cambio, tarifas ancladas y después en 2021 tenés que corregir”. (Télam)