Rolando Morán, alias “Roly”, se entregó esta mañana a la Justicia en el marco de la investigación por el crimen de Pablo Maximiliano Mariotti. Morán -llamado el cuarto sospechoso-, era uno de los últimos dos prófugos del caso. Aún se busca a Lucas Gordillo.
Mariotti, de 36 años, desapareció el viernes 7 de este mes. Su cuerpo fue hallado durante la madrugada del viernes pasado en la propiedad de calle Olleros al 100. Estaba enterrado en un patio interno.
Gordillo es el principal sospechoso del crimen. El acusado y la víctima se conocían desde la infancia, según confirmaron en el entorno familiar. La Justicia investiga además a otras dos personas: a la pareja y a un amigo del prófugo.
Los investigadores creen que Morán y Gordillo, más Solange Manzanares Beltramino, habían planeado ingresar a la vivienda de la víctima, en calle La Madrid al 1.300, para sustraerle dinero y títulos de propiedad, entre otros elementos. Ahí se habría producido el deceso del joven, de 36 años, entre el jueves 6 y viernes 7. A ellos se habría sumado luego Yamil Salis para trasladar el cuerpo en una camioneta.
Salis informó que el cadáver de la víctima había sido enterrado en la propiedad de su tío, en Olleros al 100. Allí, el sospechoso trabajaba en un lavadero, de acuerdo con los datos de la causa penal. También dijo que había sido víctima, de acuerdo a su defensa.
Manzanares Beltramino estaba en pareja con Lucas Gordillo, con quien vivía hace un poco más de un año. Es amiga de Salis, el primer detenido y quien habría contado dónde estaba enterrado el cuerpo de Mariotti.