Cartas de Lectores
Cartas de Lectores
23 Febrero 2020

Burros, cardonal y área protegida

Con respecto a la problemática de los burros y el cardonal también se debe recordar que en el Departamento Tafí del Valle existe el área protegida Valles Calchaquíes tucumanos, que es un área protegida provincial, y que fuera creada en el año 2006 abarcando una superficie aproximada de 270.000 ha. Si esta área funcionara como tal, es decir presupuestos acordes, personal adecuado, logística y planes de gestión, las especies exóticas, como los burros en este caso, no deberían existir o al menos estar controlada su reproducción y consecuente aumento poblacional. Por otro lado, los cactus columnares se hallan protegidos tanto por leyes provinciales (especie protegida) como por la Cites (Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Flora and Fauna, 1992). Llama la atención que recién ahora nos damos cuenta del daño que están produciendo los burros cuando ya hubo daños comprobados por la instalación de las torres de energía para un emprendimiento minero. Nada de esto se investigó y hoy la degradación continúa. Es difícil, en la situación socio-económica en que nos encontramos, que alguien piense “en los cactus y los burros”, pero todo hace al contexto y los errores del pasado reciente comenzamos a pagarlos en el presente. ¿Si no, cómo explicar que Tucumán tuvo la Escuela de Guardaparques, donde se formaron decenas de profesionales de Argentina y del resto de Latinoamérica y hoy la misma se halla trasladada a otra provincia? ¿O que Tucumán no cuenta con un sistema de áreas protegidas y mucho menos con guardaparques profesionales? Es evidente que la protección de la naturaleza, ni siquiera desde el punto de vista de proveedora de servicios, fue valorada y así estamos. Siempre como argumento “de peso” se menciona que poseemos más de 400.000 hectáreas protegidas. Esto es casi la sexta parte de la provincia, ¿pero realmente es así? ¿O sólo son números que nunca se reflejaron en políticas claras de conservación y protección de la naturaleza? Sin duda, una materia pendiente que se debe corregir a la brevedad, por el bien de todos.  

Juan Antonio González

San Juan 158

Lules

Inundaciones endémicas

Según los especialistas, las inundaciones que se producen en nuestra provincia, tanto en los ámbitos rurales como urbanos, tienen como causas básicas: la deforestación y la urbanización descontrolada y no planificada. Los impactos que produce la urbanización sobre el ciclo del agua de lluvia, son básicamente: 1) La impermeabilización del suelo 2) La aceleración de los escurrimientos 3) La construcción de barreras y obstáculos que impiden que el líquido fluya libremente 4) El manipuleo y uso inadecuado de las acequias, arroyos, canales y ríos existentes en las áreas urbanas 5) La contaminación con residuos urbanos y la sobrecarga de los medios receptores. Los tres primeros tienen en la Capital una influencia significativa en el aumento y en la frecuencia de las inundaciones. Esto es así porque el desarrollo urbano, las pavimentaciones y la relación cada vez menor entre los espacios verdes con las superficies edificadas produjeron un notable incremento en los caudales que escurren sobre el suelo. Los negocios agrícolas inmobiliarios, hicieron desaparecer el monte nativo, sin tener en cuenta  que  en caso de lluvia, este absorbe en promedio 300 mm de agua por hora, los pastizales naturales 100 mm y los campos sembrados con soja o citrus apenas llegan a los 30 mm (datos de la bibliografía especializada).Toda cuenca hídrica, para ser racionalizada y administrada eficientemente, debe ser estudiada como un sistema. Lo grave es que el Estado tucumano (provincia, municipios y comunas), no cuentan con políticas hídricas, ni con planes, ni programas para administrarla. Las consecuencias de esta falencia son las inundaciones endémicas, que tantos daños hacen no solo a los bienes materiales, sino también a la salud de las personas, a la flora y a la fauna. A lo mejor en Tucumán, la política es no tener política.

Juan Francisco Segura

Cierre de una Biblioteca

Algunas noticias afectan nuestra sensibilidad, como  la triste y lamentable, sobre  la decisión- que raya con la ignorancia, del cierre de la Biblioteca “José Hernández” de la Legislatura. Cuando la delincuencia crece y la comunidad herida por sus garras gime de impotencia, cuando es necesario impulsar políticas coherentes que alimenten el saber y la cultura del bien, cuando todos tenemos que aportar y apoyar, especialmente los que deben regir acciones acordes al crecimiento de la provincia, es un golpe a la proyección artística, literaria y cultural que nos agobia, porque no sólo refleja la tradicional indiferencia con la que se mueven los hilos de los títeres de turno, sino el alcance de esta medida que afecta proyectos en marcha y vulnera actividades necesarias y que ayudan a sostener nuestra vasta y rica cultura, en pie por las actividades aisladas de los cultores de las artes y las letras que sin apoyo logran avanzar en el inmenso mar con las corrientes que nos movilizan. Cualquier acción para alejar lo negativo de la sociedad o desalentarlo debería celebrarse y no precisamente decidir el cierre de un espacio que es parte del prestigio de la Legislatura (más allá de lo que “piensan” los que no saben pensar). Una  ciudad sin bibliotecas, siempre lo afirmo, es una pobre ciudad. Espero y deseo se revea esta lamentable decisión que marca y mancha un lugar desde donde se debería  comprometer e iluminar culturalmente con aciertos a la comunidad tucumana. Nuestra realidad lo exige: que se multipliquen los ámbitos educativos para disminuir lo nocivo.

Nelly Elías de Benavente

San Miguel 675

San Miguel de Tucumán

El Silencio de los mansos

Por razones de trabajo, el martes debía transitar por pasaje José García al 800. ¡No podía creer lo que veía! El agua iba de casa a casa, no se veía ni calle ni vereda, un verdadero río que al ser cruzado por los vehículos se convertía en olas que incrementaban el nivel del agua que entraba a los domicilios. Les pregunté a los vecinos, y tristes y decepcionados, me respondieron: “siempre reclamamos y nunca se hizo nada”. Como ciudadana empezaré a trabajar, buscaré y llamaré puertas (funcionarios, autoridades, medios de comunicación y también políticos), a quien corresponda, que haga algo. Si nos quedamos en silencio seremos cómplices.

María Cristina Lucero de Bravo

Pasaje José García 965

San Miguel de Tucumán

Súplicas de una abuela

¡Padres sin autoridad, hijos sin freno! Estoy horrorizada: se impuso la “previa”, sinónimo de machismo, de desenfreno. Adolescentes convertidos en hombres (recién dejaron la niñez) buscan libertad, rechazan directivas, mandatos, órdenes, restricciones, quieren entrar en el mundo de los adultos liberando sus impulsos. El desenfreno los hace sentir “machos” movidos solo por los instintos desenfrenados. Mientras sus padres duermen, ellos se adueñan de la noche (duermen de día). No hay control. El alcohol corre por sus venas, la euforia les impide razonar. Son tan inseguros que necesitan la famosa “previa”, ingerir alcohol en forma desmedida, hasta sentirse los supermachos, los superhéroes, y arremeten sin inhibiciones, acosan a las mujeres como si su conducta los convirtiera en superhéroes. ¡Basta, por favor! Esos padres que proveen a los chicos de bebidas y luego se van a dormir sin control, ¡recapaciten! Ya las adolescentes están copiando a los varones. Sería muy triste acostumbrarse a ver grupo de niñas y varones a las tres o cuatro de la madrugada deambulando gritando y haciendo desorden en la calle mientras los padres duermen tranquilos sin saber dónde están sus hijos. ¡Reaccionen, padres! Pongan frenos a sus hijos y controlen a la juventud que está descontrolada. La moral y las buenas costumbres deben inculcarles los padres a sus hijos desde niños para evitar a la gente el vandalismo con el cual se ensucia y salpica a los jóvenes y avergüenza a los padres, abuelos, familiares y sociedad. ¡Encamínalos, Señor! Los padres duermen, no saben lo que hacen sus hijos. Amén.

Teresa Auad

Santa Fe 840

San Miguel de Tucumán

“Tucumán, tierra de nadie”

Me pregunto una y mil veces dónde está la sensibilidad de nuestros gobernantes, esos mismos que dicen “cuidarnos”. Uno de los flagelos más graves que estamos viviendo es la inseguridad y cada día que pasa, más angustiante se pone la situación. ¿De qué vale tener tántos efectivos, tantas armas y chalecos, si la cosa se pone peor? Hace unos días tuvimos una convención con respecto al tema; en una sola semana murieron siete personas en actos criminales, la situación no da para más. La delincuencia se apoderó de nuestra ciudad, actúan impunemente y con total libertad, en el micro y macrocentro, en los barrios periféricos, sin importarles si son niños, mujeres, ancianos, sólo actúan con mucha saña y odio. Esto tiene que terminarse de una sola vez; el pueblo tiene que salir a la calle reclamando sus legítimos derechos constitucionales, así no se puede vivir. Tucumán, es tierra de nadie, el hampa nos está aniquilando, no hay justicia, tenemos un ministro de Seguridad, que únicamente sirve de vidriera. ¿Hasta cuándo vamos a soportar esto? Señores funcionarios, nos están matando en las calles, necesitamos urgente una solución. ¿Les cuesta tanto dar la cara?

Daniel Francisco Leccese

Puntos de vista

Como todo en la vida, hay dos puntos de vista que suelen ser diferentes y antagónicos. Como “conocemos de todo pero no sabemos de nada”, decimos cosas varias. Tomamos partido por una de las partes y allá vamos, “rompiendo lanzas”. Según lo básico de la psicología se dice que una persona es egocéntrica y egoísta cuando cree merecerlo todo y que todos se deben a ella. Eso lo ponemos en duda con los siguientes argumentos: durante siglos, siguiendo la teoría de Ptolomeo, se creyó que el sol y todos los astros, giraban a nuestro alrededor. Eso se mantuvo varios siglos en que salió otra teoría, el heliocentrismo. Copérnico rompió los paradigmas. 500 años demoró la Iglesia Católica para aceptar esos conceptos. Es que se afectaban intereses muy importantes. Eso significó que la Tierra no era el centro del mundo, sino que el Sol era la estrella de nuestro sistema y nosotros girábamos a su alrededor. Dado que las leyes del Universo son aplicables a todas las cosas, lo hacemos a los seres humanos. Decimos que los políticos, una vez “agarrada la manija” se transforman en seguidores de la teoría de Ptolomeo y no aceptan la de Copérnico. Todos los ciudadanos deben “girar” permanentemente a su alrededor. Son “ptolomeistas” y nosotros los acusamos de egocéntricos y egoístas. Hay que estudiar, leer más libros científicos y no hablar por hacerlo libremente. En estos casos, aquellos que se titulan “coperniquistas” son elementos peligrosos y hay que “comprarlos” o “anularlos” vía desprestigiarlos. ¿O no?

Florencia Jazmín Domínguez

FE DE ERRATAS.

En la carta “Luis F. Nougués” (22/02) el autor mezcla hechos de las biografías de Luis F. Nougués y de Juan Luis Nougués, quienes fueron gobernadores de Tucumán en diferentes momentos. Pedimos disculpas por la publicación con la errata.


Las cartas para esta sección deben tener un máximo de 200 palabras, en caso contrario serán sintetizadas. Deberán ser entregadas en Mendoza 654 o en cualquiera de nuestras corresponsalías haciendo constar nombre y domicilio del remitente. El portador deberá concurrir con su documento de identidad. También podrán ser enviadas por e-mail a: [email protected],  consignando domicilio real y N° de teléfono y de documento de identidad. LA GACETA se reserva el derecho de publicación.

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