Que lo tuvieron despierto desde las 5 de la mañana, que lo mantuvieron tirado en el piso durante 10 horas y que no le dieron de comer. Esa fue la queja de Luciano "Chano" Pertossi (18) uno de los rugbiers acusados de haber matado a Fernando Báez Sosa (18) y que se negaron a declarar el miércoles ante la fiscal Verónica Zamboni.
Según trascendió, Pertossi contó que ese día había llegado a la Fiscalía de Villa Gesell con intención de hablar, pero que no lo hizo porque había pasado "12 horas esposado y sin comer".
"Quiero dejar constancia que vine con la idea de declarar, pero estoy despierto desde las 5 de la madrugada y esposado con las manos atrás, y 10 horas tirado en el piso en la Fiscalía, sin comer. Me duele la cabeza, estoy aturdido", afirmó el más joven de los 10 imputados en la causa que instruye el juez de Garantías David Mancinelli, según el escrito, que fue publicado por Clarín.
A Luciano lo señalaron dos testigos "como uno del grupo de los agresores de Fernando". Además, de las pruebas se desprende que "sería uno de los sujetos ubicados en la agresión".
Los otros dos que tampoco declararon fueron su primo Lucas Pertossi (20) y Ayrton Viollaz (20). Ayer hicieron lo mismo los únicos dos acusados que están en libertad, Juan Pedro Guarino (19) y Alejo Milanesi (20), considerados "partícipes necesarios" del asesinato a golpes de la víctima, el pasado 18 de enero en la puerta del boliche Le Brique.
Además de Máximo Thomsen (20), accedieron a declarar Ciro Pertossi (19), Enzo Comelli (19), Blas Cinalli (18) y Matías Benicelli (20), aunque ninguno aceptó ser indagado por el homicidio.
Los imputados tutearon en varias oportunidades a la fiscal y hasta la acusaron: "nos mentiste", llegó a decirle a Zamboni uno de los acusados.
Se refirieron así a las presuntas irregularidades que Hugo Tomei, el defensor, denuncia en la Justicia Penal que ocurrieron al inicio del proceso. Sostienen que no se les informó debidamente por qué estaban siendo indagados. "No teníamos idea de lo que estaba pasando", dijeron.
"Lo único que se nos explicó es que la noche anterior se le había entregado a una familia un pibe en un cajón", aseguró Thomsen.