Un testigo arrepentido declaró ayer que a Pablo Maximiliano Mariotti lo mataron el mismo día de su desaparición (ocurrida el 7 de este mes) y después ocultaron el cuerpo en una vivienda, ubicada en la calle Olleros al 100, de la capital tucumana.
Durante la madrugada, la fiscala Mariana Rivadeneira encabezó un operativo en esa casa para realizar las excavaciones y dar con el cuerpo.
En la causa hay un aprehendido que es la persona que brindó testimonio sobre el ocultamiento del cuerpo de Mariotti.
La hipótesis de la fiscala Rivadeneira, a cargo del caso, se ha centrado en que la víctima le había entregado al sospechoso, antes de la desaparición, una importante suma de dinero, con el fin de continuar con las operaciones de préstamo a terceros.
El desaparecido estuvo alrededor de un mes de vacaciones y cuando regresó, de acuerdo a la teoría de la pesquisa, le habría exigido a L.G. que le devolviera el capital. Esto no ocurrió, por lo que entre ambos se originó una discusión.