Bienes sin justificar, causas de la caída de la “Cabezona”

Bienes sin justificar, causas de la caída de la “Cabezona”

El ex jefe del equipo de investigadores de la PSA explicó cómo se inició la pesquisa.

FORMA DE TRABAJO. Acosta dijo que coordinaron tareas con la Policía Federal antes de pedir los allanamientos. la gaceta / foto de franco vera FORMA DE TRABAJO. Acosta dijo que coordinaron tareas con la Policía Federal antes de pedir los allanamientos. la gaceta / foto de franco vera
19 Febrero 2020

“Investigamos la información patrimonial de Gómez y de su pareja, así descubrimos que la mujer tenía varios domicilios y vehículos de alta gama. Simultáneamente, comparamos con registros laborales, y no tenían antecedentes de trabajo que justificaran esos bienes registrables”, reveló Carlos Gustavo Acosta, quien en 2016 era jefe de equipo de investigaciones de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). El agente -a quien el fiscal Pablo Camuña había esperado poder indagar el lunes- explicó que no había podido comparecer anteriormente porque estaba fuera del país.

“Mi tarea fue la de coordinar la función de cada investigador”, explicó Acosta, quien fue el referente de la PSA en los allanamientos ordenados ese año para desbaratar a una banda que traficaba y comercializaba estupefacientes.

Por la causa, se acusa a Nilda Griselda “Cabezona” Gómez de liderar a la organización delictiva. Además, hay otros nueve imputados, señalados por el fiscal como partícipes de la agrupación.

“Era titular de algunos vehículos; otros estaban a nombre de su hijo, de su hermano y de Ríos, su ex pareja. Además sabíamos que había vendido algunos rodados. Recuerdo que figuraban una Ford Ranger, un par de motos, un Mini Cooper y una Dodge RAM, que es un vehículo carísimo”, indicó Acosta.

“La investigación se inició por una denuncia anónima; recuerdo que comenzamos con una foto de Nilda Gómez y de su pareja, ‘Galo’. Luego conseguimos una línea de teléfono y en base a las intervenciones telefónicas realizadas a ese usuario, fuimos consiguiendo otros números de celulares”, relató el jefe de equipo.

“Recuerdo que desde esa primera línea llamaban mucho a un tal ‘Coto’; entendíamos que ese individuo usaba la propiedad de un familiar como depósito de la sustancia. En las conversaciones se hablaba mucho de llevar y traer ‘algo’ que se denominaba de muchas formas. Otras veces sólo se pactaban encuentros”, agregó Acosta.

Otra cuestión que quiso dejar en claro el jefe de equipos de la PSA es que sus auxiliares lo mantenían al tanto de las escuchas en general. “La gente que se ocupaba de desgrabar las intervenciones, me hacía escuchar algunas grabaciones para saber si eran o no de relevancia”, subrayó.

En determinado momento de la investigación, los miembros de la PSA y de la División Antidrogas de la Policía Federal comenzaron a trabajar conjuntamente. “Hicimos una mesa conjunta de trabajo, nos reuníamos en el destacamento del aeropuerto y allí unificábamos los datos. Cuando creímos que habíamos reunido las pruebas necesarias, le sugerimos a la Justicia que ordenara allanamientos”, detalló Acosta.

El policía además recordó que, al parecer, Nilda Gómez había recibido el aviso de que la Federal estaba irrumpiendo en uno de sus domicilios. “Vení a buscarme, me quiero ir, me están allanando la casa de Villa 9 de Julio”, reprodujo Acosta, rememorando las palabras que “La Cabezona” le habría dicho a su pareja a través de una llamada telefónica.

“Mediante las escuchas, teníamos la impresión de que podíamos llegar a encontrar una buena cantidad de droga, y por suerte los allanamientos fueron exitosos en ese sentido”, concluyó el jefe del equipo de investigaciones de la PSA.

El juicio se retomará el 9 de marzo, debido a los compromisos de agenda de los jueces.

“Los agarraron a tiros”

Un testigo recordó como vivió el allanamiento a la casa de “Maxi” Ale

La frase logró romper con la monotonía del juicio y generó risas entre los presentes en la sala: “apenas se bajaron de la combi, los agarraron a tiros”, dijo un testigo sin reparos, delante del tribunal. La Policía Federal había recogido al hombre de una parada de taxis. El testigo aclaró luego que los agentes dieron aviso, y que el tiroteo se generó recién cuando los uniformados irrumpieron en el domicilio. “Me acuerdo que se encontró una Trafic que tenía platos y unas telas, creo que eran manteles”, agregó el testigo.

Esquivando la cámara

“Pulseada” entre las imputadas y fotógrafo

Las imputadas prefirieron resguardarse de la cámara. Diarios, carteras y revistas, fueron algunos de los elementos utilizados por las damas para esquivar al fotógrafo de LA GACETA y a los camarógrafos que asistieron a la audiencia de ayer. La escena se repitió en varios momentos del juicio. 

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