El agua entró a sus casas: el drama de los tucumanos que perdieron sus pertenencias
Despertarse a la madrugada con el piso lleno de agua; ver cómo todo lo que tenías dentro de tu casa se moja, se arruina, se pudre; pensar que tenés que ir a trabajar en horas pero no podés dejar las cosas así; ponerte sacar el agua, ese agua que viene con tierra, con basura, con piedras; después limpiar, intentar desinfectar y ver las pérdidas. La situación del agua dentro de casa es una de las situaciones más desesperantes e indignantes que puede vivir una persona, por lo menos así lo comentan quienes pasaron por ello.
La tormenta de anoche fue un ejemplo. Nuestro Whatsapp de denuncias se vio colmado por mensajes de tucumanos, que viven en distintos puntos de la provincia, y que resultaron afectados por el agua.
"Hace 53 años que vivimos acá y siempre es igual, cada tormenta. Nadie hace nada ni nos tienen en cuenta", comentó Pablo Nacusse, uno de los afectados que vive en pasaje Balboa al 1.900.
Nacusse vive a la vuelta de la casa de su madre, Irma Luisa Casares, a quien le entraron varios centímetros de agua a su casa. La familia está instalada desde el 68' en el barrio Judicial, y asegura que los anegamientos son moneda corriente. Por el agua, a Irma se le echó a perder la heladera, algunos colchones y ropa.
Las consecuencias que dejó la inundación en las viviendas de los vecinos instalados en Bernabé Aráoz al 1.700, fue uno de los mensajes más compartidos por los lectores del diario. Muchos tomaron videos que graficaban la desesperante situación. En las grabaciones se ve a las familias afuera de sus casas, al costado de la vía, un gran charco que los divide con la calle y muchas de sus pertenencias desparramadas por el césped.
Ramón Ojeda fue uno de los tantos tucumanos que llegó tarde a trabajar esta mañana: "tenía que entrar a las 7 y llegué 8.30 debido a que la mayoría de las líneas de colectivos no estaban trabajando o andaban fuera de su horario habitual". En el camino, tomó videos de distintas calles totalmente inundadas, como la intersección de Siria y Bolivia.
Otro de los denunciantes que llegó tarde al trabajo -que prefirió mantenerse anónimo- compartió un video de la zona de El Chañar, cuando pasaba por la ruta 304: "hace poco que el arroyo comenzó a derrapar y vi las casas que estaban alrededor bajo el agua".
Cecilia Díaz Prado tuvo que despertar a sus hijos durante la madrugada para que no se mojen. Es otra de las afectadas del barrio Judicial, en la zona sur de la capital. "Se suele inundar cuando llueve, pero no como ahora. No teníamos cómo detener tanta cantidad de agua", comentó. Díaz Prado perdió algunos muebles, ropa y colchones.
José Medina se comunicó con nosotros por lo que le ocurrió a su tía. Según comentó, la casa de ella -ubicada en Amador Lucero y Baclini- se inundó durante la madrugada: "por suerte no perdió nada".
En Balcarce al 1.100, el agua tampoco dio respiro. Un vecino de la zona contó que debió poner el secarropa arriba de la mesa para no perderlo. "Este problema lleva muchos años, ya no podemos vivir así", expresó.
Como góndolas en Venecia, los autos de vecinos de la calle San Luis, navegaron por la cuadra. Algunos de sus dueños intentaron contenerlos, pero no lo lograron. Otros, se sentaron a esperar que baje el agua para ver qué podían hacer.
Cerca, a la altura de Alem al 500, se acumuló tanta agua que llegó a tapar la mitad de los vehículos. La grabación de Cinthia, una vecina que filmó desde su departamento, impacta.
Vecinos del barrio Margarita se despertaron con un paisaje similar: la calle se había hecho río, una vez más. "Estamos encerrados por el paredón de un club y el agua baja para acá", mencionó a LA GACETA una vecina que adjuntó un video de la zona.
La mayoría de las denuncias coinciden en que no es la primera vez que tienen que pasar por esta situación. Hartos de perder lo que tanto les cuesta comprar, con resignación, vuelven a exigir una solución a las autoridades.