La banda de "La Cabezona": una testigo reservada no pudo reconocer una libreta con cuentas

La banda de "La Cabezona": una testigo reservada no pudo reconocer una libreta con cuentas

La agenda estaba entre los secuestros de la casa de Nilda Gómez.

LA ACUSADA. Nilda Gómez estuvo tranquila durante toda la jornada. la gaceta / foto de franco vera LA ACUSADA. Nilda Gómez estuvo tranquila durante toda la jornada. la gaceta / foto de franco vera
18 Febrero 2020

Tras su declaración sobre el allanamiento de calle Junín al 400, una testigo de identidad reservada debió examinar una libreta que aparecía entre los secuestros en el departamento de Nilda Griselda “Cabezona” Gómez. El fiscal Pablo Camuña le solicitó a los magistrados que autoricen la revisión, dado que consideraba que reconocer esa agenda podría ser prueba relevante.

Gómez está acusada de liderar a una banda dedicada al comercio de droga. Hay nueve imputados siendo juzgados como partícipes.

En la libreta se reflejaba lo que para la fiscalía puede significar un control de cuentas, o un seguimiento financiero. “45 pollos en total”, parecía decir la primera anotación. La testigo, que pidió prestados un par de lentes para continuar con la lectura, tuvo gran dificultad para entender la letra plasmada en el bloc de notas.

Algunos nombres que la mujer dijo entender que figuraban escritos eran: “Coco, Soto Miriam, Gisella, Tolo, Pincha, Vanesa, María, Maxi, Cristian, Raúl y Julio”, entre otros.

Las anotaciones hacían referencias en muchos casos a algún valor numérico. “2 Natalia, Tolo ¼, Gisella ½, Tolo debe 12.500, Gisella ½ + 4.000, Vanesa 2, Pincha 2, Julio debe 12.500, Tolo debe”, interpretó y dictó la testigo. Las anotaciones, según la señora citada, concluían con: “valor 10.000, saldo 16.600”.

En primera instancia, el fiscal le mostró una imagen del expediente a la testigo y le preguntó “¿qué es eso del medio?”. La mujer respondió que eran facturas y documentación que le habían secuestrado a la dueña de casa. Entonces el fiscal fue al grano: “¿vio alguna libreta?”. “No recuerdo haber visto algo así”, le contestó la señora.

De todas formas, la compareciente rememoró el allanamiento al departamento de Nilda Gómez y dio detalles que pueden haber sido útiles para el juicio.

“La señora salía de un edificio cuando la interceptaron los miembros de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. La acompañaba su pareja, les pidieron a ambos que regresaran a su departamento. Allí los requisaron. A la dama le extrajeron alrededor de $ 28.000 que cargaba en una especie de sobretodo”, recordó la testigo.

“Ella negaba tener un vehículo por el cual le preguntaban, sin embargo parece que los agentes encontraron un comprobante o una factura de un service a una camioneta que ella decía no poseer”, añadió la mujer, que declaró ante el tribunal ser empleada de la terminal. Según su testimonio, se secuestraron los celulares que estaban a disposición y la detenida reconoció ser propietaria del inmueble. “Se trataba de un departamento muy lindo y elegante. En una caja fuerte, los agentes de la PSA encontraron una gran cantidad de joyas y alhajas lujosas”, concluyó la testigo., que a pesar de leer en voz alta el contenido de la libreta, manifestó no recordarla.

Ausente: el jefe de la policía de seguridad aeroportuaria

El tribunal integrado por los magistrados Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y Abelardo Basbús, esperaba ayer poder contar con el testimonio de Carlos Gustavo Acosta, jefe de la PSA, pero el responsable de esa división no pudo presentarse. El fiscal Pablo Camuña pidió a los jueces que se lo volviera a llamar para comparecer en la mañana de hoy. Se espera que sea el primero de los 10 testigos que faltan declarar sobre los -por lo menos- 18 allanamientos.

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