Los cuidacoches que tiene trayectoria en las calles del microcentro tucumano cuestionan que se los ‘meta a todos en la misma bolsa’. Reconocen que hay gente que exige de manera coercitiva el pago del estacionamiento, pero aclaran que no es su caso. Es por eso que exigen a la Municipalidad que regularice el cobro de aparcamiento en la vía pública y que les permitan participar.
Hugo Cortez contó que lleva 30 años trabajando de vigilar autos en las calles. “He criado a mis hijos, los he mandado a la escuela, los he vestido... Mis hijos se han criado con esto. Yo no salgo a trabajar para delinquir, yo trabajo para mantener a mi familia”, insistió el trabajador al que le falta parte de su brazo derecho.
El experimentado cuidador, que hace 17 años cubre el turno matutino de Santa Fe al 300, aseguró que sus clientes le tienen tanta confianza que le dejan las llaves del vehículo o le piden que vigile a sus hijos si están durmiendo adentro. “El problema con la falta de regulación es que cualquiera va a una cuadra y cobra. Nosotros hemos mandado a hacer remeras para distinguirnos. Queremos tener distintivos colgando en el pecho, que diga quién sos, a dónde pertenecés y en qué cuadra estás trabajando”, enumeró para dar tranquilidad a los automovilistas.
“Necesitamos una ordenanza que ampare a los compañeros, y necesitamos que desde el Concejo Deliberante se la impulse rápido porque tampoco queremos caer en la burocracia de siempre; queremos participar del proyecto de la Municipalidad, que nos llamen a todos los discapacitados que estamos trabajando en las calles”, reclamó Cortez.
Gabriel Granillo, dirigente del Movimiento Popular La Dignidad, una organización social que forma parte de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, cuestionó que sólo se hable de la situación de los cuidacoches cuando hay problemas. “La Municipalidad nos ningunea. Cada vez que hay un quilombo se habla de los ‘trapitos’, sino no se habla, y es una realidad”, reprochó. Además, consideró que se debe hacer un censo para conformar un registro de quiénes están en cada cuadra, a la mañana y a la tarde, y que la Policía se encargue de custodiar las zonas donde no se quiere cobrar estacionamiento por las noches.
El dirigente gremial dijo que en las calles de la ciudad hay unos 400 cuidacoches. “Los compañeros quieren pagar un derecho a cuadra, pero también necesitan garantías, porque cada vez que ocurre un hecho de estos se le viene la sociedad encima”, explicó.