16 Febrero 2020
LOS SACHEROS. El trío santiagueño que se presentará por primera vez en el tradicional festival tucumano.
Todo queda en familia para Los Sacheros, el grupo folclórico que empezó como Las voces del Talar en 1993. Los hermanos Walter, Fabián y Diego Frías, oriundos de Santiago del Estero, comenzaron el 2020 con mucho trabajo y presentaciones en festivales de todo el país.
Esta noche se presentarán por primera vez en la 51ª Fiesta Nacional del Queso, en Tafí del Valle. Serán los encargados de cerrar la festividad que contó con artistas nacionales y locales sobre su escenario durante cuatro noches. El 24 de febrero volverán a Tucumán para presentarse en Amaicha del Valle, en el Festival de la Pachamama.
En diálogo con LA GACETA, Fabián, el segundo hermano, nos contó cómo se preparan para debutar en el festival tafinisto.
- ¿Conocés Tafí del Valle?
- Sí, porque fuimos con el grupo a la Fiesta Provincial de la Chuscha en dos oportunidades, y tuvo una repercusión tremenda. El paisaje es impactante, como de otro país, tiene una mezcla muy particular. Aparte es muy turístico; un lugar perfecto.
- ¿Qué significa para vos estar entre los convocados para presentarse en la Fiesta Nacional del Queso?
- Es algo muy importante, para nuestra carrera como grupo folclórico, nos sirve porque estar con la letra mayúscula en una grilla significa muchísimo. Va a ser un show muy especial.
- ¿Qué sensación te genera subir a un escenario?
- Siento que quiero saber dónde estoy parado; todo pasa en un segundo. Empieza a venir la gente y ahí sos el mejor, el más lindo, el más querido, y los nervios son historia porque te reconocen, venís a cantar y listo. El día que no pase eso va a ser otra la historia para nosotros, porque va a significar que dejamos de estar bien.
- ¿De chico incursionaste en la música?
- Sí, antiguamente existían los grabadores pequeños y nos juntábamos los tres hermanos. Con Diego, que acumulaba latas de dulce y sabía cómo podía combinar los sonidos; con Walter con la guitarra toda la vida, y yo la primera voz. En los almuerzos de domingo nos pedían que cantemos una chacarera, éramos los artistas de la familia.
- ¿Qué hace posible que puedas compartir con tus hermanos este proyecto hace tanto tiempo?
- Me llena de orgullo que hayamos podido mantenernos unidos y con el mismo objetivo, sin bajar los brazos. Sabemos que esas cosas se tienen que tomar con muchísima responsabilidad. Arriba de un escenario hemos afirmado el compromiso que significa estar en un grupo.
- ¿Cómo comenzó tu historia con la música?
- En nuestra juventud vivíamos en Buenos Aires, en la localidad del partido de Tigre llamada El Talar. Por eso, cuando armamos el grupo le pusimos Las voces del talar y cantábamos guaracha. Diez años después, por una cuestión de negocios, cambiamos el nombre a Los Sacheros, y empezamos a tener mucha fama. Nuestras voces llamaban la atención, ese fue para nosotros el gran empuje. El aplauso era diferente, y a la gente le gustaba saber que íbamos a estar en el escenario. Eso nos hacía sentir especiales y alimentaba lo que siempre supimos: que algún día íbamos a llegar lejos.
-¿Cuándo llegó este salto tan significativo en tu carrera?
- Hace siete años nos encontramos con la canción indicada, cantada en el lugar justo, a la hora correcta. Eso fue un antes y un después en nuestra carrera.
-¿Cuántos álbumes grabaron y cuántos años llevan juntos?
- Tenemos 12 discos como Los Sacheros. En total tenemos 26 años juntos.
- ¿Cómo es recorrer el país girando?
- Son muchísimos escenarios nuevos los de ahora; es llegar y ver cómo va a reaccionar la gente. Cantar éxito tras éxito. Aparte, se vienen muchas cosas lindas.
-¿Se genera un ambiente especial a partir de algún tema específico en sus shows?
- Cuando la gente pide “Plegaria coya”, de repente, incluso a los que no son devotos, les cae una lágrima. Es algo maravilloso que pudimos lograr. Por otra parte, decir Sacheros es pensar en el tema “Estrellita dile a mi madre”. (Producción periodística: Luciana Damaris Lajud de la Puente)
Actúan también hoy
• El Chaqueño Palavecino, Los Nocheros, Mario Álvarez Quiroga.
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