Nilda Griselda “Cabezona” Gómez
Procesada como coautora. Está acusada de dirigir a la banda narco-criminal que se dedicaba a fraccionar, acopiar, distribuir y vender cocaína y pasta base. El fiscal Pablo Camuña cree que ella conseguía la droga en la frontera boliviana y la dejaba a cargo de Oscar Arnaldo “Cotoroto” Sánchez. Es madre de cuatro hijos. Declaró que se dedica a la venta de ropa, principalmente. Fue apresada cuando entraba a su departamento en Junín al 400. Reconoció haber sido juzgada y condenada, en dos ocasiones, por delitos vinculados a tenencia y venta de estupefacientes.
Enzo Maximiliano Ale
Hijo de Nilda Gómez, procesado como partícipe necesario. Colaboraba con su madre y con “Coto” guardando, distribuyendo y vendiendo sustancia.
Tiene el agravante de haber disparado contra efectivos de la División Antidrogas con una pistola 9 milímetros durante el allanamiento a su domicilio. Por ese hecho está acusado de abuso de arma de fuego. Tiene 29 años, y dice no tener antecedentes. Con respecto al enfrentamiento policial mencionó: “nunca se identificaron como policías, entraron a las 2 y pensé que me asaltaban. Yo estaba con mi señora y mis hijos, fue un momento de pánico”.
Walter Ricardo “Cogote” Peralta
Se cree que cumplía un rol de mediana importancia, pero que también respondía a Gómez. Habría tenido su propia red de narcomenudeo en Alderetes y alrededores. Dice tener ocho hijos; y haber trabajado como remisero, zapatero y mecánico.
Oscar Arnaldo “Cotoroto” Sánchez
Procesado como coautor. Señalado como la mano derecha de Gómez. Se cree que recibía la droga, la almacenaba y distribuía junto a sus familiares. Se encargaba de organizar el transporte, revender la sustancia y llevar una agenda con los movimientos y el control de ventas. Seguía órdenes de “La Cabezona” pero también tenía subordinados propios. Dijo dedicarse a limpiar piletas. Tiene 35 años. Su única declaración fue: “la droga no era mía, mi familia no tiene nada que ver”.
Marcelo Campillo
Se cree que cumplía un rol de mediana importancia, pero que también respondía a “Cotoroto” Sánchez. A través de la banda, habría sostenido una red de venta de cocaína y pasta base en la zona sur de Capital. Gasista, plomero y puntero político; así se describió ante los jueces. Reconoció haber sido adicto a la cocaína pero dice haberse recuperado. A través de su abogada, pidió al tribunal que se lo investigue de manera separada, y no como miembro de una banda. “No entiendo por qué estoy sentado aquí junto a nueve desconocidos”, dijo.
Miriam del Valle “La Negra” Soria
Acusada de ser socia y colaboradora de la “Banda de la Cabezona”, y de manejar importantes puntos de venta en Villa 9 de Julio. Declaró ser viuda y dedicarse al comercio de ropa, además de admitir antecedentes por consumo de droga. “En mi casa no se encontró droga, estaba en la camioneta de mi amante, el policía Manuel Alberto Núñez”, dijo con respecto al allanamiento que hicieron en Silvano Bores al 600. También tiene antecedentes por encubrimiento; alegó que: “encubrí a mi marido porque le temía. Era un hombre violento”.
Romina Janet Sánchez
Procesada como partícipe necesaria. Se cree que colaboraba con su hermano “Coto”. El fiscal considera que ella buscaba y llevaba lo que le pedían Nilda Gómez, Maximiliano Ale, o su hermano Oscar Arnaldo Sánchez. Dijo ante el tribunal haber trabajado en varios bares, en pubs y en una pollería. También mencionó tener una hija adolescente. Le recordaron que durante la instrucción del juicio, dijo que sólo conocía a Nilda Gómez por ser la suegra de una de sus hermanas. Se le recordó que, durante la indagatoria, había dicho que “sólo tenía relación con su familia”. Tiene 32 años y dice no tener antecedentes.
Oscar Romelio Sánchez
Procesado como partícipe secundario. Padre de “Cotoroto”, Cintia y Romina. El fiscal lo acusa de complicidad, por sí mismo, o a través de otros, de la tenencia de estupefacientes. Tiene 59 años, dice ser albañil y vendedor ambulante y padre de ocho hijos.
Manuel Alberto Lobo
Procesado como partícipe necesario. Acusado de ser un eslabón importante para la banda y de colaborar con su sobrino Oscar Arnaldo Sánchez. Se cree que él almacenaba la cocaína en un terreno lindante a su casa, en el barrio Néstor Kirchner, al sur de la capital. Su rol consistía en ser “guardián” del “terreno” o la “oficina”. Tiene 60 años, es técnico en refrigeración. Dice haber trabajado para azucareras e industrias rurales en cargos administrativos. No tiene antecedentes. Un policía dice que en una llamada, “Cotoroto” le pedía que: “saque un paquete de abajo”.
Cintia Pamela “La Gorda” Sánchez
Procesada como partícipe necesaria. Se cree que colaboraba con su hermano Oscar Arnaldo “Cotoroto” Sánchez y con Maximiliano Ale. Su función, según la investigación, consistía en almacenar y transportar lo que le pedían sus superiores. Tiene 32 años y dice ser vendedora ambulante de bollos y churros. Dijo vivir actualmente en la casa de su madre. Le recordaron que durante la etapa de instrucción del juicio, negó las acusaciones en su contra y dijo no conocer a ninguno de los acusados ajenos a su familia.
El lunes seguirá el juicio
Se espera que el próximo lunes el juicio continúe con la declaración de Carlos Gustavo Acosta, jefe de la PSA, y con los testimonios de otros policías testigos.