Las autoridades británicas están rastreando pacientes que fueron atendidos en un centro médico de Brighton, en East Sussex, al sur de Inglaterra, por dos trabajadores de la salud que se encuentran entre las ocho personas que fueron diagnosticadas con el coronavirus en el Reino Unido.
Los trabajadores están relacionados con dos de los cuatro nuevos casos anunciados ayer y se cree que estuvieron en contacto con al menos una docena de pacientes.
Uno de ellos es médico de cabecera de un centro asistencial de la localidad de Oak, condado de Kent, por lo que se pidió a todos los pacientes del lugar que se pongan en contacto con el servicio telefónico del Sistema Nacional de Salud (NHS).
Los ocho diagnosticados con el virus se contagiaron en un centro de esquí en Francia y están siendo tratados en los hospitales St Thomas y Royal Free en Londres.
Uno de ellos fue identificado como Steve Walsh, un empresario de 53 años que contrajo el virus en una conferencia en Singapur y viajó al centro de esquí en Francia, quien declaró en un documento que infectó sin saberlo al menos a 11 personas con coronavirus.
El hombre regresó a Londres desde Ginebra en la aerolínea británica EasyJet, que también está tratando de localizar a otros pasajeros del vuelo EZS8481 al aeropuerto de Gatwick que podrían estar en riesgo.
El departamento de Salud británico (Public Health England) declaró ayer al virus como una "amenaza grave e inminente" para la salud pública, aunque destacó que el riesgo general para la población es "moderado".
Yvonne Doyle, directora del departamento de Salud, dijo que están trabajando urgentemente para identificar a todos los pacientes y otros trabajadores de la salud que puedan haber estado en contacto con los enfermos.
Por otro lado, se conoció en las últimas horas que otro británico dio positivo con coronavirus en Mallorca, España, después de entrar en contacto con un transportista en Francia.
Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud, indicó en una conferencia de prensa, que casos como el del Reino Unido y Francia "podrían ser la chispa que se convierta en un incendio mayor".
Scarlet Carreño, una mujer que se atendió la semana pasada en el centro Brighton que fue clausurado, dijo a Télam que se trata del "County Oak Medical Centre", ubicado en el barrio de Hollingbury.
Carreño contó que está muy preocupada al igual que otros vecinos del centro médico porque no recibieron información y vieron gente con trajes blindados limpiando el lugar.
La mujer relató que el pasado miércoles se atendió en ese mismo centro por una tos y fuerte dolor de cabeza, pero sólo le dieron paracetamol.
"Me fui enojada porque me enviaron al servicio de urgencias del Royal Sussex Hospital, de Brigthon, que es un desastre. Tiene una sala de 30 metros, colapsada de gente y sin ningún cuidado en la limpieza, donde la espera nunca es menor a cuatro horas y cualquiera se puede contagiar algún virus", alertó.
"Cuando me enteré que mi centro estaba cerrado por el coronavirus, llamé y di detalles pero no me hicieron ningún test, deberían haberlo hecho, tampoco me quisieron decir quien era el médico infectado. Espero no tener nada, porque demandaré al que me atendió y al centro", aseguró la mujer que trabaja como asistente en un centro de rehabilitación con gente que tiene daño cerebral.
Según Carreño, en frente del centro médico clausurado, hay pub enorme y mucha gente mayor que se reúne allí, puede haberse contagiado.