28 Enero 2020
María José Haro. Visitó el año pasado las Maquetas de Wuhan, en el edificio de la municipalidad.
El coronavirus continúa desatando la alerta y modificando el día a día de millones de personas que viven en China y el mundo. María José Haro, por ejemplo, es una tucumana que estuvo hasta diciembre cursando una maestría sobre estudios internacionales en la ciudad de Suzhou, una de las localidades más afectadas.
La joven tenía que volver en los próximos días para cursar el ultimo semestre, pero la universidad a la que asistía le prohibió a ella y a otros alumnos -que habían vuelto a sus países de origen- regresar hasta nuevo aviso.
"Mi universidad ha prohibido el regreso a China a quienes viajamos a nuestros países de origen por las vacaciones del Año Nuevo Chino. Por ese motivo, están readaptando los calendarios académicos para cuando se vuelva a la normalidad", sostuvo en dialogó con LA GACETA.
“La vida se volvió muy compleja en China”, sostuvo.
Las medidas que dictaron las autoridades de ese país vienen siendo muy estrictas, por lo pronto, todos deben seguir los requisitos de cuidado: el uso de máscaras, y el control diario de temperatura e higiene, entre otras.
El día a día en la universidad se vio absolutamente modificado, según contó: "Mis compañeros me informaron que deben permanecer en sus cuartos y salir solo para hacer compras o en casos de urgencia. No pueden tampoco pedir comida, mucho menos trasladarse a otras ciudades", relató.
Ahora solo le queda esperar que esta situación se normalice para poder volver a retomar sus estudios en el país asiático. Según los últimos datos, ya hay más de 4.500 enfermos y 106 muertos, y las autoridades chinas advirtieron que la cifra de infectados creció el 59% en solo 24 horas
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