El ministro de Economía Martín Guzmán comenzó ayer una serie de actividades durante una corta estadía en Nueva York, en el marco de los contactos con organismos y acreedores internacionales previos a la presentación de una propuesta de renegociación de la deuda.
En ese contexto, el ministro ratificará la voluntad de pago de la deuda por parte del Gobierno argentino, y dará detalles del proyecto de ley para la “Restauración de la sostenibilidad de la deuda pública externa”, que el Gobierno envió al Congreso y que hoy comenzará a ser tratado en un plenario de comisiones.
También buscará persuadir a los acreedores de la provincia de Buenos Aires, ante el proceso encarado por el gobierno de Axel Kicillof, de prorrogar hasta el 1 de mayo el vencimiento de una cuota de capital que vencía originalmente el 26 de enero.
La primera actividad que desarrolló Guzmán en Nueva York fue un desayuno de trabajo organizado por el Council of Americas, la entidad presidida por Susan Segal, en la sede de Americas Society y Council de las Américas en Park Avenue, en el Upper West Side neoyorquino. Allí, ante un auditorio compuesto por bonistas, analistas y referentes del mundo de los negocios, en total 45 personas, el ministro habló sobre macroeconomía y deuda.
A esta reunión lo acompañó el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, que vive en Washington.
Al retirarse, el funcionario dijo que le había ido “muy bien” en este primer encuentro. Sin embargo, algunos de los participantes manifestaron sus dudas por la falta de definiciones concretas sobre el plan económico de la Argentina: el ministro no dio números, metas o proyecciones sobre déficit fiscal, la inflación, o el crecimiento. Tampoco discutió medidas concretas a mediano plazo.
Guzmán, en la conferencia de prensa en la que explicó el proyecto la semana pasada, dijo que era “necesario un alivio de la carga de la deuda” y pidió actuar con “buena fe” a los bonistas.
Por la tarde, el ministro se reunió con funcionarios del Tesoro de EE.UU, cuya importancia radica para la Argentina en el poder que Estados Unidos tiene dentro de la estructura del Fondo Monetario Internacional (FMI): 16% del poder de voto, reforzado además por la fuerte influencia política e intelectual del subgerente del organismo, el norteamericano David Lipton.
Hoy, antes de su regreso, el ministro tendrá una reunión con el jefe de la misión para la Argentina del FMI, Luis Cubeddu, la economista estadounidense Julie Kozak y el mexicano Alejandro Werner, director del departamento del FMI que sigue las economías latinoamericanas.
El 25 de noviembre pasado, el organismo multilateral designó al venezolano Cubeddu al frente de la misión argentina en reemplazo del italiano Roberto Cardarelli, quien desempeñó ese cargo desde septiembre de 2014.
Guzmán podrá discutir cara a cara con Cubeddu los avances en el diseño del programa de reestructuración de la deuda. Será el segundo encuentro entre ambos. Guzmán y Cubeddu tienen línea directa, y ya se conocieron el año pasado cuando Guzmán viajó a Washington en secreto antes de ser nombrado por Fernández para hablar con la directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
Ayer, el presidente Alberto Fernández dijo en una entrevista con el canal C5N que el Gobierno necesita “una definición rápida sobre la deuda”, remarcó la necesidad de ser “cuidadosos” durante las discusiones con el Fondo y los inversores, y puso a Guzmán al frente de las negociaciones.
“No pierdan de vista que estamos frente a una negociación y, como tal, debemos ser cuidadosos y mantener ciertas reservas. Cualquier cosa que se diga puede despertar expectativas indebidas o malestares indebidos. Tomamos la decisión en el Gobierno de que en el tema de la deuda solo actúa Martín Guzmán y yo soy el otro posible vocero”, indicó el mandatario. (Télam)