27 Enero 2020
CONMOCIÓN. Aficionados se congregaron en el Staples Center para llorar a Kobe. reuters
El mundo no estaba preparado para escuchar que Kobe Bryant, una de las mayores estrellas en la historia de la NBA, había muerto a los 41 años al caer el helicóptero en el que viajaba junto a otras ocho personas. Entre ellas, Gianna Bryant, su hija mayor de 13 años, quien también falleció.
La noticia de la tragedia fue recibida con estupor e incredulidad. El ex jugador de Los Angeles Lakers, equipo en el que jugó sus 20 temporadas como profesional de la NBA y en la que cosechó una treintena de récords históricos, se trasladaba a un partido de básquet cuando alrededor de las 10 de la mañana, por causas que aún son investigadas, el helicóptero se estrelló en un descampado de la ciudad de Calabasas, al noroeste de Los Angeles, California. No hubo sobrevivientes.
“Este momento nos deja luchando para encontrar palabras que puedan expresar la magnitud del impacto y la pena que sentimos todos ahora”, comunicó el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.
LEGADO. Este año será elegible para el Salón de la Fama. Su ingreso es un hecho.
A medida que se fue viralizando la noticia, una gran cantidad de personas se congregó en el exterior del estadio Staples Center de Los Ángeles, estadio en el que los Lakers juegan de local y que precisamente ayer era escenario de la entrega de los premios Grammy. Los aficionados se reunieron en torno a una corona de flores con el mensaje: “Kobe te queremos. Descansa en paz”. Muchos lloraban y otros dejaban flores y zapatillas de básquet en el lugar.
Al mismo tiempo, celebridades de todo el mundo y de todos los ámbitos expresaron su pesar y despidieron a la “Mamba Negra” a través de las redes sociales. Kobe era mucho más que una estrella de básquet: era un deportista admirado por todos, hasta por los más grandes de todos los tiempos. Michael Jordan, LeBron James, Kareem Abdul-Jabbar, Earvin “Magic” Johnson, Shaquille O’Neal, Emanuel Ginóbili, Lionel Messi, Diego Maradona, Neymar, entre muchos otros, le rindieron homenaje a su manera.
A lo largo de dos décadas, Kobe se ganó el status de leyenda de la NBA, y algunos datos dan cuenta de su magnitud. Seleccionado en el draft de 1996 por Charlotte Hornets, fue transferido directamente a los Angeles Lakers, donde no tardó en demostrar que era un distinto, un artista. Junto a Shaquille O’Neal, en 2000 ganó el primero de sus cinco anillos como campeón y registró varios récords de anotaciones. Entre ellos, los 81 puntos que le marcó a Toronto Raptors en 2006, la segunda mejor marca tras los 100 puntos de Wilt Chamberlain. Ganó dos oros olímpicos (2008 y 2012) y fue elegido 18 veces para el partido de las estrellas (All Star). Por sus logros, Los Angeles Lakers retiró los dorsales 8 y 24, los que usó a lo largo de su carrera.
Pero hubo algo más: en un lanzamiento del partido de ayer entre los Raptors y los Spurs (en el que también se le rindió tributo), la pelota rebotó en el aro y quedó trabada bajo el reloj de 24”. Como si tampoco tuviera ganas de jugar.
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