En salud no hay que tener miedo, sino cuidado. Eso implica medir riesgos y prevenir, y hoy el riesgo de adquirir en la Argentina el “nuevo” virus chino es inexistente. “No hay posibilidad de que surja la enfermedad en el país, a menos que sea un caso importado”, declaró ayer a Radio La Red AM 910 el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García.
“La circulación viral es básicamente local, incluso bastante restringida a la provincia china donde se originó. Los casos internacionales son todos importados. Y en América sólo se confirmó uno, en Estados Unidos”, resaltó la médica Elena Sarrouf, especialista en Epidemiología y funcionaria a cargo de la Dirección de Epidemiología del Siprosa.
Ayer, cuando cerrábamos esta edición, el comité de Emergencia de la OMS sobre el nuevo coronavirus anunció en conferencia de prensa: “aún es demasiado pronto para declarar una emergencia de salud pública de interés internacional”. “Esta es una emergencia en China, aún no se ha convertido en una emergencia de salud global, pero puede convertirse en una”, tuiteó por su parte Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. Y como el miedo a lo desconocido es una reacción social casi inevitable, vamos a “presentarte” el 2019-nCoV (tal el nombre que se le dio al virus).
De qué hablamos
“Se trata de una nueva mutación de un virus perteneciente a una especie conocida como coronavirus”, explicó Sarrouf. Nueva, porque ya hubo dos anteriores: la de SARS (sigla en inglés del síndrome respiratorio agudo grave), entre 2020 7 2023 y la de MERS (sigla del síndrome respiratorio de oriente medio) de 2012.
¿Qué son los coronavirus?
Son un grupo de virus que afectan a animales y a humanos. “Normalmente generan resfríos sencillos -explicó Sarrouf-; pero ha habido mutaciones que generaron otras epidemias. El 2019-nCoV es un nueva mutación”. Se los llama coronavirus porque al microscopio electrónico se ven superficies bulbosas que se asemejan a la imagen de una corona real.
¿Cómo se transmite?
Después de pasado cerca de un mes del primer caso, se confirmaron las primeras transmisiones persona a persona. Pero un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sucursal en las Américas de la Organización Mundial de la Salud afirma: “la evidencia actual sugiere que la transmisión de persona a persona es limitada, lo cual sería consistente con lo que se conoce sobre otros patógenos similares”.
¿Se pude detener la circulación del virus?
Eso es lo que en China se intenta con medidas de cuarentena (Ver “Datos epidemiológicos”). Los científicos chinos, además, en menos de un mes secuenciaron el genoma del virus, y a partir de allí, se desarrolló una prueba específica para diagnosticarlo. Y se han desarrollado modelos informáticos de propagación basándose en el tráfico aéreo internacional. Las autoridades de Wuhan -informa DPA- instalaron termómetros infrarrojos en aeropuertos, estaciones de trenes y de autobuses, y dijeron que los vehículos de transporte público se desinfectaban a diario. Son medidas importantes porque el 25 se celebra el Año Nuevo chino, y tradicionalmente cientos de miles de personas vuelven “a casa” para la fiesta. Pero ninguna de estas medidas garantiza que el virus no se propagará.
¿Qué hacer ante la falta de certezas?
De momento, en Argentina, no hace falta hacer nada, pues no hay circulación viral. Si llegara a detectarse un caso importado, recién se iniciaría un potencial riesgo. Y entonces, lo que corresponde es lo mismo que ante cualquier otro virus que cause infecciones respiratorias agudas (IRA): evitar el contacto con personas infectadas, lavarse las manos frecuentemente, especialmente después del contacto directo con personas enfermas o su entorno. Quienes presenten síntomas de IRA (de nuevo, si es que se informa circulación viral) deberán procurar el aislamiento, cubrirse nariz y boca con pañuelos desechables al estornudar o toser (descartarlos luego) y lavarse las manos de inmediato; y consultar con urgencia al sistema de salud.
Entonces, ¿por qué Argentina declaró la emergencia?
Porque se busca, precisamente, minimizar los riesgos. “Si bien este es un evento internacional relevante, según la información actual, el riesgo inmediato para la población argentina se considera bajo”, resalta el documento del Ministerio.
“No tenemos ningún caso sospechoso, pero estamos en máximo control -declaró por su parte el ministro González García-. No sólo es un tema de salud, sino también de defensa”.
La alerta del Ministerio brinda indicaciones precisas para los centros de salud y para laboratorios sobre cómo debe hacerse la vigilancia de casos sospechosos, y, si los hubiera, de los probables y los confirmados. Además, enumera una serie de recomendaciones “de carácter provisorio” (porque la situación epidemiológica es dinámica) para evitar el contagio de este nuevo tipo de coronavirus, y -se insiste- todas apuntan a viajeros internacionales. A ellos se les recomienda toser en el pliegue del codo, higienizarse las manos con frecuencia y buscar atención médica en caso de presentar síntomas compatibles a los de un cuadro respiratorio agudo.
Y si hay que ir a Wuhan (o a otras zonas afectadas), evitar contacto con personas que tengan síntomas de IRA, no asistir a lugares donde haya animales (de granja o salvajes) vivos o muertos, y no comer alimentos crudos.
Datos epidemiológicos
1- Las 17 personas que hasta el cierre de la edición habían fallecido estaban localizadas en la provincia centro oriental de Hubei, de la que Wuhan es la capital.
2- Se trata de 13 varones y cuatro mujeres; sólo dos de ellas eran menores de 60.
3- Entre sus antecedentes médicos la hipertensión es el que más se repite (siete de ellos); diabetes y problemas cardiovasculares también son denominador común.
4- China puso en cuarentena cerca de 20 millones de personas en Wuhan y dos ciudades más, de las que no se puede salir. Se suspendieron todos los medios de transporte. (Fuente: Reuter)