Un joven que perdió el micro de regreso a la localidad bonaerense de José Ingenieros en el fin de sus vacaciones, otro que esperaba el colectivo al salir de un boliche, dos amigos que no llegaron a pisar la playa en su primer día en la Costa y un turista que fue a comprar lentes y terminó en un patrullero desfilaron hoy por la Secretaría de Seguridad de Villa Gesell para participar en las ruedas de reconocimiento por el crimen de Fernando Báez Sosa.
Desde las 8 y hasta pasadas las 19, decenas de jóvenes fueron trasladados en móviles policiales desde distintos puntos de dicha localidad balnearia hacia la sede de Seguridad para formar parte de la diligencia dispuesta por la Justicia junto a los imputados del homicidio.
Matías Vagliviello (19), turista del Gran Buenos Aires, contó a Télam que fue interceptado en la vía pública cerca del mediodía y no pudo evitar perder el micro que debía regresarlo a su casa en José Ingenieros: "estuve como cinco horas y les avisé que tenía pasaje de vuelta a las cuatro de la tarde, pero me dejaron ir cuatro menos cinco y ya no podía hacer nada".
Vagliviello abandonó el lugar sin haber participado finalmente en ninguna de las tandas realizadas, con una constancia judicial para tratar de que le reconocieran el pasaje perdido.
Por su parte, Manuel Rojas (20) relató que caminaba junto a un amigo a "ver la playa por primera vez" después de su arribo a la ciudad para iniciar sus vacaciones pero ninguno de los dos llegó a pisar los médanos porque un operativo policial los interceptó antes y los sumó al resto de los seleccionados para la medida de prueba ordenada por la fiscal del caso, Verónica Zamboni.
Cerca de las 15, un grupo de turistas se acercó visiblemente enojado al predio policial donde se realizaba este reconocimiento para exigir que dejaran ir a sus hijos.
"Vine con mis tres hijos de vacaciones, mandé a uno a comprarse lentes al centro y hace seis horas está ahí adentro, y acá no nos dicen cuánto tiempo más los van a tener", dijo la madre de otro de los jóvenes alcanzados por esta disposición.
Mientras que Juan Cruz Hasevacs (19) relató que acababa de salir del boliche "Pueblo Límite" con cuatro amigos de Lanús cuando los interceptaron en la calle y cuatro horas más tarde integró la primera tanda de reconocimiento junto a Máximo Thomsen (20), uno de los dos rugbiers acusados como coautores del crimen.
"Me agarraron apenas salimos y no entendía nada, encima habíamos tomado y eran las ocho de la mañana, así que ahora lo único que quiero es irme a dormir", relató.
Algunos de los jóvenes no llegaron a participar en las ruedas de por su falta de parecido con los 11 imputados, otros salieron del lugar en grupo, caminando, algunos fueron trasladados al centro en móviles policiales, y media docena de ellos tuvo la tarea extra de empujar bajo un potente sol la camioneta de la Policía Bonaerense que los trasladaba y que se encajó en la arena que rodea al predio, ubicado en el Acceso Sur, una zona descampada cercana a la ruta provincial 11. (Télam)