Crítica de "Parásitos": una historia universal que no perderá su vigencia

Crítica de "Parásitos": una historia universal que no perderá su vigencia

El título del film queda muy bien para resumir la personalidad de algunos de los personajes.

DESIGUALDAD SOCIAL. El elenco de “Parásitos”, que aborda los problemas del capitalismo, al recoger su premio.

EXCELENTE
Origen: Corea del Sur. Dirección: Bong Joon-ho.
Con: Kang-ho Song, Sun-kyun Lee, Yeo-jeong Jo, Woo-sik Choi, Park So-Dam, Cho Yeo-jeong y Park So-dam. Fotografía: Kyung-pyo Hong. Música: Jaeil Jung. Guión: Bong Joon-ho y Jin Won Han.

Parásito es un organismo que se alimenta de las sustancias que elabora un ser vivo de distinta especie, viviendo en su interior o sobre su superficie, con lo que suele causarle algún daño o enfermedad. Ese quizás no es el plot que Bong Joon-Ho pensó para su película, titulada precisamente “Parásitos”, pero queda muy bien para resumir la personalidad de algunos de los personajes.

El filme nos presenta a la familia Kim, padre, madre y los dos hijos, que viven en un departamento minúsculo y poco agradable para habitar, a la altura de la calle en la capital de Corea del Sur. La familia subsiste con trabajos irregulares, como armar cajas de pizzas, y aprovecha cualquier servicio gratuito que se les aparezca. 

Al hijo se le presenta la oportunidad de trabajar como profesor particular en la casa de los Park, una familia de clase muy acomodada. Es ahí donde el joven ve su única posibilidad de salir de la pobreza y comienza a idear un plan para que toda su familia trabaje en esa adinerada casa. Así es como empieza el conflicto de la película, con la familia Kim haciéndose pasar por desconocidos para obtener el trabajo, tomando roles como los de chofer o una terapeuta de arte.

Narrativamente la desigualdad funciona como uno de los pilares del filme pero también lo es la unidad familiar. Los Kim están desempleados y son capaces de mentir, pero siempre se los ve muy juntos, compartiendo momentos y hablando, en contraposición con los miembros de la familia Park a los que rara vez se ve interactuando entre ellos. La producción surcoreana tiene muchos matices; entre ellos, el que más resalta es la capacidad de presentar escenarios comunes y transformarlos en una historia que nos dejará algo en qué pensar tras finalizar de verla.

La clave del éxito mundial que viene teniendo la película reside en que las reflexiones que hace sobre la pobreza y la riqueza adquieren un tono universal. “En cualquier sociedad hay personas que tienen y que no tienen cosas materiales, y estos grupos coexisten entre sí”, dijo a los periodistas el actor Kang-Ho Song en la noche del domingo, en la que recibió el premio mayor (al elenco) en la gala de los SAG que entrega el Sindicato de Actores de Estados Unidos.

El tratamiento estético de las imágenes transita sin sutilezas, desde la inmensidad de la casa de los ricos hasta una utilización de la pobreza que no busca conmover, sino que quiere incomodar. La estructura visual está construida a partir de desniveles, que tienen que ver directamente con la situación económica de la familia.

Joon-Ho creó la cinta mejor actuada de 2019, según críticos de diversos medios; ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes en Francia; ganó el Globo de Oro como mejor película de habla no inglesa y tiene seis nominaciones a los Oscar, con grandes posibilidades de ganar como mejor película, estatuilla que tendrían muy bien merecida porque “Parasitos” es un filme inmenso, universal y que no perderá su vigencia.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios