La trascendental participación del “Ejército Rojo” en la victoria sobre el Tercer Reich de Adolf Hitler, durante la Segunda Guerra Mundial, es un valuarte de la historia de la extinta Unión Soviética que Rusia no está dispuesta a devaluar. Por ello, el presidente Vladímir Putin anticipó ayer que creará un centro de documentación para poner a salvo a esa historia que, según él entiende, está siendo relativizada. De hecho, brindó el anunció en un marcado tono de indignación.
“Crearemos un centro de documentos de archivo y les taparemos la boca a quienes tratan de reescribir la historia, de presentarla falsamente y de minimizar el papel de nuestros padres y abuelos que defendieron la patria y prácticamente a todo el mundo de la peste parda”, bramó Putin. La expresión “peste parda” refiere a que las SA, la milicia paramilitar del partido nazi, usaba como uniforme distintivo camisas pardas.
El presidente ruso se pronunció así al participar en San Petersburgo de una reunión con veteranos de guerra y representantes de organizaciones patrióticas, en el 77 aniversario la ruptura del bloqueo alemán de Leningrado.
“Taparemos las sucias bocas que abren ciertos señores en el extranjero para conseguir objetivos políticos cortoplacistas, las taparemos con información objetiva fundamental”, desafió.
Putin citó como ejemplo a seguir las acciones de Israel con respecto a la memoria del Holocausto. “Las organizaciones judías y el Gobierno de Israel hacen muy bien al no dejar que el mundo olvide el Holocausto”, subrayó. Añadió, justamente, que muchas de las víctimas eran judíos de la Unión Soviética.
Putin confirmó que en los próximos días visitará Israel para la inauguración de un monumento a las víctimas del bloqueo de Leningrado. “Estoy muy agradecido con el Gobierno de Israel y los promotores de esta iniciativa. Recuerda a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial y a quienes hicieron un aporte decisivo al aplastamiento de los nazis”, aseveró.
Anunció que con motivo del 75 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, el 9 de mayo, cada veterano de guerra ruso recibirá una gratificación de 75.000 rublos (poco más de 1.200 dólares), mientras que los trabajadores de la retaguardia percibirán un pago de 50.000 rublos (unos 820 dólares).