Por Federico Diego van Mameren
14 Enero 2020
LA GACETA / FRANCO VERA
La resolución del camarista Enrique Pedicone sirve para apretar el acelerador. La discusión hasta aquí era que la Justicia tucumana parecía interesada en no entender en la causa y con este fallo la Justicia tucumana deberá abocarse a atender un tema harto complicado por el delito denunciado, por la fantasmagórica potencia que ejerce Alperovich sobre la magistratura provincial.
La sensación de la audiencia, salvo el fiscal Carlos Sale, fue de cierta conformidad con lo dispuesto por el juez. Querían premura y el presidente de la sala se la dio. La presencia de la víctima en una habitación contigua a la sala de audiencia fue clave para diferenciarse con el acusado que brilló por su ausencia.
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