El “profe” de San Martín abre su laboratorio

El “profe” de San Martín abre su laboratorio

“Antes preparábamos atletas, ahora preparamos jugadores de fútbol”, apunta Ricardo Somma.

PARA TODOS LOS GUSTOS. Luciano Pons trabaja con pelota. Detrás lo hacen con mancuernas, colchonetas y cama elástica. la gaceta / foto de franco vera (archivo) PARA TODOS LOS GUSTOS. Luciano Pons trabaja con pelota. Detrás lo hacen con mancuernas, colchonetas y cama elástica. la gaceta / foto de franco vera (archivo)
11 Enero 2020

“Uno envejece, pero la profesión no. Somos como los médicos, estamos en constante aprendizaje. Antes, si te partías la cabeza te cosían, ahora directamente va ‘La Gotita’. Con el tiempo y la experiencia vamos aprendiendo, soltándonos, y encontrando los caballitos de batallas que sirven, que le gustan al jugador y que dan resultados”, destaca Ricardo Somma.

El “profe” tiene mas de 20 años de trayectoria como preparador físico y vivió de cerca la mutación que tuvo el fútbol. “Cambió mucho en lo que respecta a la intensidad, a la fuerza y la velocidad de juego -apunta-. Todas esas cosas te obligan a que la forma de entrenar sea integral y ordenada. Trabajás al mismo tiempo lo táctico, lo físico y lo técnico en acciones especiales, como el fútbol simulado, en espacios reducidos. Ahora es específico, no hacemos cosas de más, como sucedía antes”.

Estos cambios favorecen al jugador, que dejó de lado los interminables kilómetros que se corrían en la pretemporada para contar con un entrenamiento integrado. “El cambio es grande, cuando empecé hace más de 20 años preparábamos atletas, ahora preparamos jugadores de fútbol. Hacíamos trabajos increíbles, con cosas que pertenecían al fútbol pero otras que no, se mezclaba mucho con el atletismo”, recuerda con asombro.

Las complejas semanas de doble turno quedaron en el olvido. “Lo que hicimos con Diego Burkhard y Gonzalo Cano es planificar cinco semanas. Estamos en la primera, la de introducción, porque el jugador vuelve de vacaciones y no puede trabajar con toda la intensidad, ya que necesita una adaptación para la segunda semana en Perico”, puntualiza.

A veces trabajar mucho no significa trabajar mejor y ese lema se cumple a rajatabla: “podemos armar pretemporadas duras pero trabajando distintas cualidades específicas. Un ingrediente clave a tener en cuenta es la intensidad, se trabajan volúmenes mas cortos pero más intensos y en forma puntual. Se acabaron los 15 kilómetros, aparecieron herramientas muy interesantes que dan datos tangibles, como el GPS, que permite cuantificar el trabajo”.

Aunque la preparación física evolucione, y por lo consiguiente las rutinas cambien, Somma aclara: “no hay ejercicios viejos y nuevos, hay ejercicios buenos y malos para la preparación de un futbolista. Ojo, también corremos, no con el volumen de otros deportes. Pero sí lo hacemos sin pelota, ayer hicimos pasadas combinadas e intermitentes. Yo no dejo de utilizar esa herramienta fundamental que es el método de resistencia intermitente”.

Desde el punto de vista de Somma hay una clave mas en la pretemporada. “Sirve para la formación del grupo -recalca-. Además de conocerse entre ellos, es bueno porque fortalece la relación entre el futbolista y el cuerpo técnico. Saber cómo piensan, cómo actúa el jugador. Cuando conocemos al jugador en todos sus aspectos se vuelve incondicional, es difícil que después haga algo que no lo imaginés”.

Este proceso que transita el “Santo“ es una preparación integral. Se prepara en lo físico, en lo táctico, en lo técnico, en lo motivacional y sobre todo en la convivencia con el resto de los compañeros, para fortalecer la unión del grupo. “Tenemos la suerte de que los chicos se conocen -subraya Somma-. Desde la parte motivacional, nosotros utilizamos distintos juegos y competencias internas que generan interesantes vínculos”.

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