La gastroenteritis es una enfermedad que afecta el sistema digestivo y a algunas estructuras como el estómago y el intestino. Como consecuencia de esa afección, la expresión y manifestación clínica más frecuente es por un lado la presencia de vómitos, dolor abdominal -que puede ser continuo o expresarse a través de dolores cólicos-; es decir, que van y vienen de manera intermitente pudiéndose acompañar de otras situaciones como palidez generalizada del niño, diarrea y fiebre. Así lo detalló el pediatra Julian Nassif, jefe de la sala 2 del Hospital de Niños.
“La variabilidad diaria, tanto en el número de consultas como de pacientes que se internan a causa de gastroenteritis, es numeroso, variable y está en relación muchas veces con lugar de procedencia del paciente. Aquellos que concurren a la guardia del hospital de manera frecuente provienen de lugares donde las necesidades básicas y elementales no son las mejores; y esos son los pacientes más numerosos”, detalló el médico a LA GACETA.
“Un número importante de pacientes (entre tres y cinco diariamente) ingresan a algunas de la salas de internación y son internados porque una de las complicaciones más frecuentes de la gastroenteritis que es la deshidratación. Ese es el factor detonante que crea la necesidad de internar”, comentó.
¿Cómo tratarla?
"El tratamiento puede variar según la condición del paciente", explica Nassif . Y agrega: "si se da la circunstancia donde el internado no se encuentra deshidratado y tolera beber líquidos por la boca -o si se administra algún medicamento que determine que el paciente deje de vomitar- se recurre a la ingesta de líquidos, siempre de forma fraccionada”.
El consumo de agua ocupa un lugar predominante para recuperar líquido. Así se evita una de las complicaciones más frecuentes como la deshidratación.
“En los cuadro de diarrea se aconseja recurrir a una alimentación hipo fermentativa, es decir continuar suministrando alimentos sacando algunos de ellos de la dieta diaria, como por ejemplo las verduras de hojas verdes, zapallo, batata, puré de papa, yogures, como así también de los alimentos y frutas que sean dulces”, aconsejó.
Pasos simples y sencillos para prevenir esta enfermedad:
1. Lavado frecuente de las manos antes de beber algún tipo de líquidos o antes de recurrir algún tipo de alimentación.
2. Los alimentos que se ingieran deben estar debidamente preservados y conservados en aquellos casos que requieran refrigeración.
3. En caso de verduras y frutas recurrir al lavado adecuado con abundante agua.
4. Evitar consumir cualquier líquido que sea de dudosa procedencia en cuánto a su potabilización o conservación.
5. Es preferible elaborar los alimentos de forma casera, para así poder tomar los recaudos necesarios.
6. En el caso de aderezos como mayonesas u otro tipo de ingredientes deben evitar estar expuestos a las altas temperaturas o a la presencia de moscas u otros insectos.