“Desde que terminó la Guerra Fría, buena parte de los problemas del mundo provienen de los conflictos de Medio Oriente”. Lo afirmó Patricia Kreibohm, magister en Relaciones Internacionales. La especialista analizó la situación que se plantea luego del ataque misilístico que realizó Irán sobre bases militares en Irak en las que hay tropas estadounidenses. Cree que esta escalada de violencia recién está empezando.
Estados Unidos e Irán incrementaron las amenazas mutuas desde el asesinato del general Qassem Soleimani, ordenado por el presidente Donald Trump la semana pasada. El martes por la noche llegó la respuesta con la lluvia de misiles sobre las tropas estadounidenses (no hubo víctimas, según Trump).
“En las últimas décadas, la rivalidad entre Arabia Saudita (sunnita) e Irán (chiita) ha aumentado las tensiones conformando lo que algunos especialistas entienden que sería una bipolaridad regional. Cada una de estas potencias aspira a extender su influencia en la región a fin de neutralizar o eliminar a la otra”, explicó Kreibohm para describir el conflicto de fondo que mantiene la tensión en la región.
“En este tiempo hubo determinados puntos de quiebre que complicaron aún más el panorama”, agregó y enumeró la Guerra del Golfo, en el 91; el fortalecimiento de la alianza de EEUU con los saudíes, y la respuesta a los atentados del 11S en Afganistán. “Pero sobre todo está Irak en 2003, la primavera árabe en 2010, etc”, describió.
“En este marco, esa tensión bipolar (motivada no solo por cuestiones político-estratégicas sino también religiosas) se ha profundizado. Irán aspira a expandirse y consolidar lo que se denomina ’la media luna chiia’: Irán-Irak-Siria. Los saudíes, por su parte, apoyan a grupos y guerrilleros para que lo impidan. Irán quiere expulsar a EEUU de la región. Usan distintos métodos. Irán no podría afrontar una guerra regular. Por eso recurre a guerrillas, organizaciones armadas y eventualmente al terrorismo. Soleimani era uno de esos cerebros”, expresó
Kreibohm aclaró que Estados Unidos tiene sus intereses en la región, pero que escucha también las presiones de Israel y de Arabia.
“Al régimen iraní le sirve este ataque para fortalecer el frente interno. Tiene problemas económicos y debe reprimir con frecuencia las manifestaciones de protesta. Es el viejo truco de cerrar filas frente a la amenaza exterior. Esto no ha terminado; está empezando”, concluyó la especialista.