07 Enero 2020
MUCHO RITMO. Durante el primer entrenamiento de la pretemporada, el plantel “santo” se mostró bastante activo. la gaceta / fotos de franco vera
Sonrisas, alegría, bromas y sobre todo muchas pero muchas ganas de volver a trabajar. De esa manera inició el plantel “santo” una pretemporada fundamental para poner la “máquina” a punto, de cara a la recta final de una carrera que promete ser apasionante y muy complicada, claro.
“Teníamos ganas de empezar. Pasó un tiempo más que considerable de vacaciones y necesitábamos reencontrarnos para volver a caminar todos juntos”. Favio Orsi, sonrisa mediante, le reveló a LG Deportiva, una vez finalizado el primer entrenamiento, las sensaciones del reencuentro con sus pupilos. No fue un día más; pero lo cierto es que dio la sensación de que el grupo está más entero que nunca.
Los jugadores comenzaron a llegar temprano y la música retumbó en el vestuario principal del complejo “Natalio Mirkin”. El presentismo fue pleno; los 33 jugadores que debían entrenarse así lo hicieron y cumplieron a rajatabla el cronograma que el cuerpo técnico había diagramado para el primer día de trabajo.
VAN POR MÁS. Matos y González Brazeiro intentarán tener más protagonismo.
Tal cual estaba previsto, los futbolistas pasaron por el consultorio de la nutricionista Agustina Ramón Rintoul y se sometieron a mediciones de grasa, de masa muscular y luego subieron a la balanza. El resultado fue muy bueno. “Salieron muy bien”, afirmó la profesional, dejando en claro que los futbolistas hicieron bien los deberes durante el receso.
Esa fue otra muestra de que el grupo está con el objetivo intacto en la cabeza.
Después, uno a uno fueron pasando a la cancha principal del predio donde los esperaban otros integrantes del cuerpo técnico. La buena onda y las ganas de ponerle el pecho al primer día estuvieron siempre presentes. “Es un grupo humano muy bueno, agradable, y así se hace lindo entrenar. Además, la posición en la que estamos en el torneo también ayuda”, explicó Claudio Mosca, uno de los que lució un nuevo look.
El volante, siguiendo una moda cada vez más fuerte dentro del mundillo futbolero, apareció con la cabeza totalmente platinada y le robó sonrisas a sus compañeros.
META. Imbert se sumó al grupo y avisó que luchará por un lugar en el equipo.
Las estaciones de fuerza propuestas por los “profes” Ricardo Somma, Diego Burkhard y Gonzalo Cano salieron casi de “taquito”. Luego, los entrenadores aceleraron a fondo con un trabajo de fuerza y potencia aeróbica, con pelota, manteniendo firme la idea de llevar adelante un trabajo integral.
El buen ánimo nunca se cortó. No pudieron quebrarlo ni la fatiga propia de un primer día laboral luego de las vacaciones, ni el cansancio de unos ejercicios que se hicieron al “palo”. Así las cosas, todos los futbolistas intentaron poner en clima a Juan Imbert, la única cara nueva que tuvo la primera jornada de la pretemporada.
El ex volante de Quilmes recibió bromas de todos lados y sonrió como un caballero. “Me recibieron de la mejor manera y me hicieron sentir muy cómodo; estoy muy contento”, dijo “Juancho”, metido de lleno en su nuevo equipo. “Acá hay un único objetivo que está muy claro. Vengo a aportar lo mío sabiendo que es un gran grupo y un muy buen plantel. Sé que va a ser difícil porque hay un equipo sólido y consolidado, pero llego con la expectativa de pelearla para ganarme un lugar”, agregó.
Finalizada la primera mañana de tareas, las risas continuaron en un vestuario que parecía una fiesta. Así San Martín volvió a los entrenamientos sabiendo que lo que se viene no será sencillo. Pero claro, con buena onda todo parece ser más fácil.
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