Vegetales, insectosy tragos reciclados

Vegetales, insectosy tragos reciclados

Los menús y los supermercados se llenaron en 2019 de tendencias alimenticias ecoamigables para no contribuir a las emisiones de carbono. A continuación, siete maneras de reducir la huella de carbono:

27 Diciembre 2019

Auge de los flexitarianos

Las hamburguesas a partir de vegetales se hicieron populares gracias a la apuesta de gigantes como Burger King y McDonald’s. La Impossible Whopper del primero tuvo tanto éxito que ahora se están evaluando múltiples opciones vegetarianas. Los sustitutos de pescado también están entrando al mercado, como un atún elaborado con una mezcla de seis legumbres y aceite de algas. Estas proteínas alternativas rebajan las emisiones de gases de invernadero asociadas a la ganadería y la pesca a escala industrial.

Los insectos acaparan los focos

Son altos en proteínas y vitaminas y bajos en emisiones, al tiempo que necesitan menos tierra y agua. Algunos esperan incluso que las granjas de insectos puedan ayudar a limpiar la manchada imagen del aceite de palma.

El uso del cannabidiol

Tras la aprobación en 2018 de la Ley Agraria, que legaliza el cultivo de marihuana industrial en Estados Unidos, las comidas y bebidas con cannabidiol (CBD) han llegado para quedarse. Sus defensores dicen que la marihuana tiene muchos aspectos sustentables, ya que puede aportar comida, refugio, ropa y energía. Existe confusión sobre su seguridad y legalidad tanto en Estados Unidos como en Reino Unido, pero eso no ha impedido que compañías como Ben & Jerry’s anuncien planes para lanzar productos elaborados con CBD.

Pasta sin salsa

Para ser usada como sorbete, por supuesto, mientras el mundo aumenta sus esfuerzos para combatir la contaminación con el plástico. Un supermercado tailandés se decidió por la tradición y usa hojas de plátano para envolver productos frescos, mientras los consumidores se decantan por opciones como los envoltorios reutilizables de cera de abeja.

Plantas huérfanas encuentran hogar

Plantas otrora ninguneadas que son ricas en vitaminas y pueden adaptarse al clima cambiante, como el aceite de babasu del Amazonas, el mijo de India y la espinaca maya de Guatemala, llegaron a las cocinas gracias al impulso de chefs y científicos pioneros. Como el 75% de las comidas mundiales procede de apenas 12 plantas y cinco especies animales, expandir la dieta es también una buena estrategia para lidiar con problemas en las cosechas provocados por el clima.

Cócteles “antidesperdicios”

Los restaurantes que usan casi la totalidad de sus materias primas para reducir los residuos florecieron en Helsinki, Nueva York y Berlín. También está Trash Tiki, una compañía de cócteles “antidesperdicios” que usa restos de alimentos -sobras de leche, cáscaras de nuez, posos del café, etcétera- para reelaborar tragos clásicos y llegó a Toronto, Amsterdam y Roma este año.

Cervezas y vinos

Las cervezas ecoamigables -hechas con agua reciclada, libres de las anillas de plástico para los packs de seis latas o comprometidas con dar parte de sus beneficios para la conservación de las tortugas marinas- llegaron a las tiendas. Los vinos naturales elaborados con uvas orgánicas y sin aditivos químicos, además de ser más puros y ecoamigables, también mejoraron su posición en Europa y Estados Unidos.

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