El presidente, Alberto Fernández, fue contundente en estos últimos días del año 2019; dispuso no salir del país hasta que la situación económica argentina dé algún signo de que comienza a serenarse: “hay que tranquilizar a la Argentina”, repite luego de cada decisión que baja a sus ministros y colaboradores.
También lo dijo en las últimas jornadas, tras promulgar la Ley de Emergencia (o de “Solidaridad Social y Reactivación Productiva”), tras la reunión con la Mesa de Enlace (a la que calificó como “muy sincera y muy buena”), y luego de visitar el Santuario de San Cayetano, este 24 de diciembre, junto a su pareja, Fabiola Yáñez, su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y su vocero y secretario de Comunicación, Juan Pablo Biondi.
Por eso, Fernández no irá a Chile en el corto plazo (a pesar de varios llamados de su par Sebastián Piñera), medita sobre el tema Washington y la visita a la Casa Blanca, y no tiene en el radar el tradicional foro de Davos, cita a la que han concurrido varios presidentes argentinos hacia fines de enero en esa ciudad suiza.
En tanto, el tema Brasil sigue turbio por las tensiones entre Alberto Fernández y su par Jair Bolsonaro: el argentino confía en que el asunto lo pondrán en un lugar de sensatez la política de Estado de Itamaraty (nombre con el que se conoce al Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil) y las gestiones de Daniel Osvaldo Scioli, el flamante embajador argentino en Brasilia, un experto en elasticidad política y de un estoicismo zen.
No será fácil. La actualidad obliga a una buena estrategia, ya que Alberto y Jair solo han tenido contrapuntos más que encuentros, con el asunto de Lula Da Silva como quid de la cuestión bilateral.
El flamante presidente ha tenido, desde su asunción, ofertas de viaje a Francia, Italia y otros países europeos, destino que agrada a Fernández por su afinidad con ese continente.
En tanto, EEUU asoma como un destino ineludible, por el peso de la mayor potencia que hoy gobierna Donald Trump sino también, por el asunto de la renegociación de la deuda argentina, que es uno de los pilares del arranque de la gestión F. Hacia ese país irá en breve Martín Guzmán, el ministro de Economía y responsable de la discusión por el aplazamiento de los pagos de la deuda, asunto que discute mano a mano con Alberto y en el que también da su punto de vista Gustavo Béliz, con reciente experiencia laboral en el BID, con sede en Washington. (Clarín)