Pasa por Tucumán la II Marcha Mundial por la Paz y la no Violencia

Pasa por Tucumán la II Marcha Mundial por la Paz y la no Violencia

Una ONG humanista salió de España para recorrer los cinco continentes. La encabeza el español Rafael de la Rubia.

PACIFISTAS. Rafael de la Rubia (centro) junto a integrantes de la ONG “Un mundo sin guerras ni violencia”. la gaceta / foto de ANTONIO FERRONI PACIFISTAS. Rafael de la Rubia (centro) junto a integrantes de la ONG “Un mundo sin guerras ni violencia”. la gaceta / foto de ANTONIO FERRONI
24 Diciembre 2019

Dos veces va dando la vuelta al mundo y lo ha comprobado: “la gente quiere vivir en paz, vivir dignamente. No importa de qué país se trate ni de qué cultura provenga. La violencia, la guerrilla, es un camino agotado para ciudadanos y gobiernos. La única forma de vivir en el mundo que se viene es aprender a convivir. Y esto es posible porque la gran mayoría de la gente es buena”. Tan sencillo pero tan difícil de llevarlo a cabo es el que mensaje que trajo a Tucumán el español Rafael de la Rubia, líder humanista de la ONG “Un Mundo sin Guerras y Sin Violencia”.

El militante de la no violencia pasó por LA GACETA en su Segunda Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia. Vino acompañado por María Ángela Massa, Rubén Ismaín, Hilda Acosta, Alejandra Vittar, Ricardo Lucero y otros humanistas de Buenos Aires, Tucumán y Salta, que se fueron acoplando en el camino. La marcha salió desde Madrid y recorrerá durante cinco meses distintos países de América y Asia. Unas 80 personas acompañan la marcha, aunque no todo el trayecto, cuenta De la Rubia.

En el transcurso ofrece conversatorios, como el que se realizó ayer en la sala Paul Groussac. Hoy estará en el Parque de Estudio y Reflexión Los Bulacios. Luego seguirá viaje por Córdoba, Mendoza y Chile.

La primera marcha mundial de 2009 recorrió 56 países y llegó hasta África. Le siguieron la centroamericana en 2017 y la sudamericana, en 2018. La II marcha mundial se extenderá hasta el 8 de marzo de 2020 y de inmediato se organizará la Iboamericana en 2021. En total se ha visitado más de un centenar de países en los cinco continentes. En todos los casos el mensaje es la necesidad del desarme nuclear y la erradicación de todas las formas de violencia, incluido el machismo y los problemas de maltrato social como la falta de agua y de servicios básicos para la población.

“Porque la violencia no es sólo física, sino también económica: cuando los gobiernos no aseguran el alimento para la población, y cuando no hay una distribución equitativa de los recursos Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) la brecha económica es cada vez mayor, no sólo entre países, sino también dentro de ellos, los ricos son más ricos y los pobres más pobres. En Europa la clase media está disminuyendo”, advierte De la Rubia.

Aunque la no violencia parece una utopía, De la Rubia ha comenzado a ver signos positivos: “hace 70 años era impensable que la ONU trate el tema del desarme nuclear, y sin embargo, hace unos tres años ya lo está haciendo por iniciativa de Costa Rica”, dice. La ONG pide que también haya un Consejo de Seguridad Social y otro Medio Ambiental al mismo nivel “para poner freno a las multinacionales que están destruyendo el Planeta”.

El tema de la basura es una gran preocupación. “Europa tira su basura electrónica en África. En Dakar no hay servicio de recolección de basura”, remarca.

De la Rubia aclara: “la paz es importante, pero también puede haber paz en los cementerios. La no violencia es una acción como la que llevó a cabo Gandhi, y además es una elección”, remarcó.

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