En San Martín hubo goles para todos los gustos

El poder de fuego fue una de las principales características que mostró San Martín durante la primera parte de la Primera Nacional. Si bien por ahora no ostenta el mote de equipo más goleador del torneo (tiene 27 tantos y está a uno de Sarmiento y Atlanta, los más “picantes” en ofensiva) el rendimiento en esa materia fue parejo y contundente.

Salvo en el partido contra Defensores de Belgrano, que terminó 0-0, el “Santo” anotó en la red contraria en todos los juegos. Ganó por la mínima (ante Villa Dálmine, Tigre y Almagro) y también de manera inobjetable, por ejemplo en las goleadas sobre Quilmes, Rafaela o Gimnasia de Mendoza. Pero lo más importante es que el equipo mostró variedad de recursos para “quebrar” a sus rivales. Utilizó un abanico de opciones para marcar la diferencia y eso lo transformó en un rival de mucho cuidado.

Los 27 gritos que el “Santo” anotó a lo largo de esta primera etapa del campeonato, tuvo a Luciano Pons como el máximo responsable. “Lucho”, con 11 festejos, es el máximo artillero del equipo que dirige Favio Orsi y Sergio Gómez y está un sólo grito de Pablo Magnín, delantero de Sarmiento, que está al frente de la tabla de artilleros.

Eso sí, Pons no estuvo solo en la faena goleadora. Al resto de los tantos se lo repartieron entre 12 jugadores. Y en esa lista aparece su arquero Ignacio Arce, quien marcó el agónico empate, cuando la derrota parecía consumada ante Instituto, en la despedida del equipo ante su público.

Hilando fino, San Martín anotó 10 goles de derecha, dos de izquierda, cuatro de penal, seis de cabeza, cuatro desde afuera del área y hasta de atropellada; el grito de Arce. Sí, goles de todos los colores.

“Nosotros trabajamos partido a partido. Por ahí no nos ponemos a pensar tanto en el tema de las estadísticas. Nuestra idea es seguir por este camino y trabajar mucho para no bajar la guardia. Sabemos que la segunda parte del torneo será mucho más difícil”, aseguró el entrenador Gómez.