Netflix: Benedicto y Bergoglio, en una discusión clave para la Iglesia

Por distintas razones, “Los dos Papas”, la película de Fernando Meirelles que se estrenará el viernes en Netflix, tiene un especial interés para el público argentino. La principal es que retrata una etapa de la vida de Jorge Bergoglio y actual pontífice. La otra, es que el filme viene precedido de elogios de la crítica y es uno de los candidatos a los prestigiosos Globos de Oro, que se entregarán la primera semana de enero.

La trama se sitúa en 2012. Frustrado por el rumbo que está tomando la iglesia, el cardenal Bergoglio (Jonathan Pryce) solicita el permiso del Papa Benedicto (Anthony Hopkins) para retirarse. Sin embargo, Benedicto convocará a su crítico y futuro sucesor en Roma. Entre ambos se sucederán extensas charlas para buscar posturas en común. Tras los muros del Vaticano habrá un profundo debate entre la tradición y el progreso, con el objetivo de forjar un futuro para los millones de fieles católicos de todo el mundo. Además, Benedicto revelará un secreto que sacudiría los cimientos de la Iglesia católica, ya que sorprendió al mundo cuando anunció que renunciaba al pontificado.

“Construyan puentes, no muros”, es una de las frases que pasarán a la historia como las más memorables del papa Francisco. Y Jonathan Pryce, el actor británico de 72 años que lo interpretaen su etapa previa a ser el sumo pontífice de la iglesia, comparte esa filosofía.

Price, que había encarnado a Juan Domingo Perón en el musical “Evita” dijo en una reciente entrevista que sintió una empatía directa con Francisco: “Él dijo a lo largo de su vida muchas cosas que a mí me hubiera gustado decir acerca de la ecología y la economía, también”, confesó Pryce, y además dijo que lo que más le costó del personaje fue pronunciar algunas palabras en español.

Historia y polémica

El estreno en la Argentina se vive de una manera muy especial: el recorrido por la historia de los últimos 40 años de nuestro país y el emblema mundial en el que se convirtió el actual papa hacen que acá en el fin del mundo -como reflexionó Francisco en el discurso de anuncio de su papado- se sienta cercano y propio.

En su etapa de adultez, Francisco se muestra a través del filme como se lo ve de manera habitual: sonriente y simpático. Sin embargo, en la época anterior a sus 60 años, el perfil de Bergoglio era muy distinto. Juan Minujín (“El marginal”) fue el elegido para dar vida a sus inicios como sacerdote. El actor explicó que lo más difícil de lograr fue la seriedad del personaje en esta etapa.

“Bergoglio era un tipo muy circunspecto, que no sonreía nunca”, dijo Minujín. Pero el hombre que nunca reía contaba con una historia detrás, que la película muestra en forma completa. Durante la última dictadura militar, Bergoglio vivió una situación con sus compañeros jesuitas que fueron secuestrados y torturados por las fuerzas paramilitares. La película muestra el vínculo del ahora papa con Eduardo Massera y la acusación que recibió de parte de sus pares de ser un entregador. Pero también acerca la idea de que el entonces sacerdote quiso salvarlos pero sus compañeros lo desoyeron. La polémica no se esquiva, y este aspecto más dramático de la vida de Francisco se muestra sin tapujos.