La guerra comercial va quedando atrás

La guerra comercial va quedando atrás

Washington y Beijing sellan la fase inicial de un pacto que calmará la economía mundial.

14 Diciembre 2019

China y Estados Unidos cerraron la primera fase del acuerdo comercial que desde el año pasado mantiene en vilo a las dos mayorías economías del planeta. Donald Trump anunció vía Twitter que se cancelaron los planes para imponer nuevos aranceles a las importaciones chinas por un valor de 160.000 millones de dólares, como parte de la primera fase del acuerdo. Además, Washington recortará del 15% al 7,5% los impuestos de importación sobre productos chinos por un valor de 112.000 millones de dólares. A cambio, China acordó la compra masiva de productos agrícolas y manufacturados estadounidenses, informó en Twitter el mandatario, sin precisar la cifra.

Minutos antes del anuncio de Trump, el viceministro de Comercio chino, Wang Shouwen, había advertido del acuerdo de “primera fase” sobre transferencia de tecnología, propiedad intelectual, expansión del comercio y mecanismos para la resolución de disputas, entre otros temas. El viceministro de Finanzas, Liao Min, prometió dar a conocer los detalles del acuerdo. Algunos informes anticipan que Beijing comprará 50.000 millones de dólares en productos agrícolas.

Quedan por resolverse cuestiones espinosas, pero Trump se comprometió a comenzar a discutirlas inmediatamente en lugar de esperar hasta después de las elecciones de 2020. “Este es un trato increíble para todos. ¡Gracias!”, escribió el mandatario en la red social.

Complejo marco

Antes de que se conociera la noticia, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, había criticado los ataques a su país. “La parte estadounidense ha impuesto sucesivamente restricciones injustificadas y medidas enérgicas contra China en los intercambios de economía y comercio, ciencia y tecnología y personal”, remarcó.

La Casa Blanca acusa a China de hacer trampa en su intento por imponer el 5G, la tecnología de avanzada que permitirá el desarrollo de autos y ciudades inteligentes. Además, sostienen que Beijing obliga a las compañías extranjeras a entregar secretos comerciales, subsidia a sus propias empresas y pone trabas burocráticas a los rivales extranjeros. Beijing rechaza todo esto y afirma que lo de Washington no es más que un intento por bloquear el ascenso de su principal competidor mundial.

La batalla comercial comenzó en julio de 2018 y sus efectos repercutieron de la peor manera en la economía internacional. (Informe de Télam)

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