BUENOS AIRES.- El ex presidente boliviano, Evo Morales Ayma, llegó ayer a la Argentina en avión tras su estadía en México posterior a su derrocamiento y se le concedió asilo político a la espera de ser declarado refugiado, informó el canciller Felipe Solá.
Agregó que el Gobierno argentino le brindó asilo a Morales para poder ingresar al país, pero precisó que el ex mandatario boliviano ya había completado el pedido de refugio, que es una condición diferente y debe ser aprobada por el Ministerio del Interior.
“La diferencia entre el asilo y el refugio es que este último está normado. En cambio, el asilo no tiene normas, no está reglamentado”, explicó el ministro de Relaciones Exteriores.
Aunque la figura de asilo no está regulada por una ley propia, como es el caso del refugio, este está especificado dentro la Ley General 26.165 de reconocimiento y protección al refugiado sancionada en 2006.
Evo aterrizó ayer en suelo argentino en horas del mediodía acompañado por algunos dirigentes que formaron parte de su Gobierno: su vicepresidente, Álvaro García Linera; su canciller, Diego Pary; su ministra de Salud, Gabriela Montaño; y el ex embajador ante la OEA, José “Gringo” Gonzales.
Los dirigentes del MAS firmaron la documentación para solicitar la condición de refugiados y se trasladaron a la Ciudad de Buenos Aires a bordo de vehículos de la Cancillería, custodiados por la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
“Hace un mes llegué a México, país hermano que nos salvó la vida. Estaba triste y destrozado. Ahora arribé a Argentina, para seguir luchando por los más humildes y para unir a la Patria Grande, estoy fuerte y animado. Agradezco a México y Argentina por todo su apoyo y solidaridad”, sostuvo el ex jefe del Estado boliviano.
Solá dijo que “no está previsto” un encuentro entre Morales y el presidente, Alberto Fernández, aunque no descartó la posibilidad de “un llamado telefónico”.
Diferencias
Si bien ambos instrumentos (asilo y refugio) tienen como fin la protección del solicitante, en la práctica tienen diferencias. El asilo, por un lado, es un instrumento de carácter generalmente político y que es otorgado por un Estado a un individuo. Puede ser asilo diplomático, brindando la nación asilante albergue en la embajada que tiene en el país del asilado, o el territorial, siendo el asilado sustraído por el Estado asilante para obtener refugio en su territorio.
En tanto, el refugio, en términos generales, se refiere a la noción de una persona que pidió asilo y cuya solicitud fue aceptada. Pero el concepto evolucionó con el tiempo y en la actualidad tiene un carácter humanitario, no limitado al hecho de ser perseguido, y suele otorgarse a grupos de personas que tuvieron que huir en masa de sus países por guerras o desastres naturales.
En la Argentina, la Ley General 26.165 separa estas dos modalidades de protección mundial y establece que el refugio debe solicitarse en el territorio nacional, aunque también entiende al asilo como la petición que da lugar al refugio.
Mientras la norma especifica las condiciones para ser beneficiario de la protección de refugiado, deja al asilo abierto a otras posibilidades.
Si bien Solá declaró que el gobierno desea el “compromiso de Evo de no hacer declaraciones políticas en la Argentina”, lo cierto es que la Ley 26.165 no lo determina. La legislación es laxa al respecto y no define ningún tipo de prohibiciones políticas, por lo que Morales no cometería ningún acto ilegal si desea hacerlo. (Télam/iProfesional)
Reclamo de Bolivia
No quieren que haga política en contra
El Gobierno interino de Bolivia espera que la Argentina no permita que Evo Morales haga política en contra del Ejecutivo transitorio de Jeanine Áñez como lo hizo en México en su condición de asilado. “Esperemos que la Argentina cumpla rigurosamente con esos principios”, advirtió ayer la canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, según publicó el diario Opinión, de Cochabamba. “No queremos que ocurra como en México, donde (Evo) tenía micrófono abierto, palestra abierta para hacer política”, comentó Longaric, quien admitió el Gobierno transitorio ya tenía conocimiento de que el ex presidente indígena iba a volar hacia la Argentina. Y agregó: “el Gobierno provisional boliviano espera un relacionamiento básico, pero respetuoso con el nuevo Ejecutivo de Alberto Fernández”. Longaric advirtió de que para los diplomáticos bolivianos en Buenos Aires “será una situación difícil, porque se espera mucha agresividad y hostilidad de residentes alineados con Morales, con el apoyo de piqueteros argentinos”.
Los hijos y el golpe
Solá fijó posición sin eufemismos
El ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Felipe Solá, advirtió ayer que los hijos del ex presidente boliviano, Evaliz Morales Alvarado y Álvaro Morales Peredo, llegaron a la Argentina el 23 de noviembre pasado como “estudiantes universitarios”.
Ocurrió después de la renuncia de Evo Morales (el 10 de noviembre) a la Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia en medio de una dura crisis que fue considerada por el entonces mandatario electo, Alberto Fernández, como “un golpe de Estado” por la participación de las Fuerzas Armadas.
Al respecto, Solá recordó que Mauricio Macri le había negado a Morales el asilo, por lo que el líder del Frente de Todos debió intervenir para que el referente de la centroizquierda latinoamericana pudiera trasladarse hasta México: “Si la vida de Evo corría peligro, también iba a correr sangre humana en Bolivia”, dijo. Luego, el canciller consideró que el de la presidenta interina del país del Altiplano, Jeanine Añez “es un Gobierno de facto”.