Miembros de un grupo de rescate encontraron restos materiales que podrían pertenecer al avión de carga chileno que desapareció a inicios de esta semana mientras viajaba con 38 personas a bordo hacia una base en la Antártida.
La Fuerza Aérea dijo, en un comunicado, que un buque privado de bandera chilena, que se unió a los trabajos de rescate, encontró restos de esponja que podrían ser parte de los tanques de combustible del Hércules C130, los que se trasladarán a tierra para hacer los peritajes correspondientes.
"Vamos a seguir haciendo la búsqueda y esperamos llegar a mejor término", dijo a periodistas el general de la Fuerza Aérea, Eduardo Mosqueira, quien encabeza el plan de rescate.
El material se halló a 30 kilómetros al sur de donde se encontraba la aeronave al momento de su último contacto. Los análisis podrían tomar un par de días, destacó Reuters.
Las labores de salvamento se complicaron por adversas condiciones climáticas en la remota zona que comunica la parte más austral de continente con el territorio antártico, mientras las autoridades admitieron en la víspera que era baja la posibilidad de encontrar sobrevivientes.
Mosqueira dijo más temprano que las aeronaves ampliaron las zonas de búsqueda, que se extendería inicialmente por seis días pero podría prolongarse cuatro días más.
En tanto, la Armada estableció cuadrantes de búsqueda con naves locales y de Argentina y Brasil, incluyendo un sonar para detección submarina.
Al ser consultado sobre si hubo indicios de problemas en el vuelo, Mosqueira explicó que el avión siempre estuvo en comunicación y que no se percibieron irregularidades hasta su desaparición.
A bordo del C130 que salió de la austral Punta Arenas hasta la base en la isla Rey Jorge en la Antártida iba personal militar de reemplazo, trabajadores de una empresa privada y un investigador.