En el marco del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Tucumán, uno de los puntos a tratar era el del cupo de ingreso a la Facultad de Medicina.
El cuestionamiento a un sistema que lleva 30 años de implementación llega a la última sesión del año del órgano legislativo de la Universidad luego de haber obtenido dictamen de las comisiones de Enseñanza y Disciplina y de Interpretación y Reglamento. Tanto los padres y los aspirantes como personal docente de la unidad académica que encabeza el decano Mateo Martínez expusieron sus argumentos para derogar y sostener, respectivamente, el cupo de admisión.
Quien habló al respecto y entregó su postura fue la decana de la Facultad de Derecho, Adela Seguí. “La Universidad no puede permitirse tomar decisiones sin conocimiento. Propusimos armar una comisión especial para que coopera con la Facultad (de Medicina) que está reformulando su plan de estudios, porque con el actual, el ingreso irrestricto es imposible”, dijo.
Luego, confirmó: “Hemos previsto encomendar a la Facultad la elaboración de un nuevo plan de estudios que prevea el ingreso irrestricto. Nos pareció que no era responsable disponer algo sobre una unidad académica sin que cambie su plan de estudios. De lo contrario, estaríamos teniendo una intromisión muy grande sobre la Facultad y disminuiríamos sin dudas la capacidad”.