Atlético: tiempo de balances

(De nuestro enviado especial, Andrés Burgo) En una época en que todos comienzan a realizar los típicos análisis de fin de año, Ricardo Zielinski también hizo el suyo en La Plata. La primera vez que un entrenador salió del vestuario visitante del nuevo estadio de Estudiantes en 1 y 57, el “Ruso” habló tanto del partido que acababa de terminar como del que River jugará contra Central Córdoba por la final de la Copa Argentina el viernes 13 en Mendoza que le podría dar, finalmente, la clasificación al “Decano” a la Libertadores 2020.

“Sería justo que juguemos la Libertadores del año que viene porque estamos en un ciclo en que las cosas nos salieron bien. Cambió el equipo en mitad de año pero siempre fuimos protagonistas: en la Copa del año pasado llegamos entre los ocho primeros hasta que nos eliminó Gremio y en la Superliga de este año terminamos sólo detrás de Racing, Boca, River y Defensa y Justicia. Siempre el quinto de la Superliga clasifica a la Copa pero justo este año Tigre ocupó ese lugar por la Copa de la Superliga”, analizó Zielinski, que en los últimos partidos había evitado el contacto con la prensa.

El técnico siguió: “También estuvimos entre los cuatro primeros de la Copa de la Superliga y, si Boca le ganaba a Tigre la final, entrábamos a la Libertadores. Lo mismo si River le ganaba la Copa a Flamengo la semana pasada. Ahora hay que esperar la final de la Copa Argentina pero estamos siempre ahí. Nosotros tenemos todo planificado por si entramos a la Libertadores o por si tenemos que jugar la Sudamericana pero ojalá entremos a la Libertadores porque sería justo”.

Respecto del 1 a 1 ante Estudiantes, Zielinski se mostró conforme, aunque con cierta autocrítica: “Para ganar hay que jugar bien, y nosotros veníamos de jugar bien tres partidos, pero hoy se nos complicó. No fue un buen partido, fue parejo, y el empate estuvo bien”.

Cuando el técnico, los jugadores y los dirigentes todavía esperaban a Marcelo Ortiz, el autor del gol que se demoró más de una hora para cumplir con el control antidoping -finalmente el micro con el plantel dejó el estadio sin el defensor, que se retiró a las 21 con Marcelo Montoya, médico-, Zielinski dejó una última impresión del flamante estadio: “La fiesta era de ellos y tuvimos que acostumbrarnos al césped. No siempre se puede ganar, así que, cuando no se puede, hay que aceptar el empate”.