Historias que inspiran: la abuela ciclista que conquistó el tremendo Camino de la Muerte

Historias que inspiran: la abuela ciclista que conquistó el tremendo Camino de la Muerte

Tiene 70 años y se convirtió en la persona más vieja en subir en bici hasta los 4.700 metros.

EN ACCIÓN. Mirtha Muñoz, en su bicicleta durante la exigente carrera. EN ACCIÓN. Mirtha Muñoz, en su bicicleta durante la exigente carrera. REUTERS
27 Noviembre 2019

La ruta más peligrosa del mundo asciende en espiral, durante 60 kilómetros, desde la región de Los Yungas, al norte de la capital de Bolivia, hasta La Cumbre, un pico nevado de Los Andes a 4.700 metros de altura. Este camino de niebla, lluvia, aluviones y precipicios, que ya le costó la vida a varios ciclistas, no parece un lugar para una abuela de 70 años sobre dos ruedas.

Sin embargo, la de este año no fue la primera vez que Mirtha Muñoz recorrió estas peligrosas montañas bolivianas. De hecho, ella es una de las fundadoras de la carrera amateur Sky Race Yolosa - La Cumbre, que se celebra todos los años.

Pero esta edición sí fue muy especial para Mirtha: se cumplieron 25 años de la muerte de su hijo y lo conmemoró convirtiéndose en la persona más vieja en hacer en bicicleta el Camino de la Muerte. “Es una subida muy vertical. Sube, sube y sube. No hay descanso”, describió en la línea de llegada, después de recorrer los desfiladeros escondidos entre las nubes en poco más de ocho horas.

El ciclismo como terapia

A Mirtha todavía le quedan dos hijas y seis nietos. Cuando tenía 45 años y perdió a su hijo, su familia y una amiga psicóloga le recomendaron que hiciera algún deporte para distraerse. “Ella me dijo que varios pacientes se sentían mejor cuando salían a andar en bici”, recordó Mirtha.

Un día se le rompió el microondas y, cuando estaba en el negocio buscando uno nuevo, lo cambió por una bicicleta de mountain bike. Y ahí empezó a pedalear todos los días para olvidar el dolor. “Desde entonces nunca más dejé el ciclismo -contó Mirtha-. Es mi pasión, mi vida”.

Mirtha piensa volver a correr la durísima carrera el año que viene. Mientras tanto, todos los días sale a andar en bici con sus nietos, aunque todavía ninguno de ellos compite. “Me gustaría que la mayor, que ya tiene 18 años, corra conmigo el año que viene”, admitió la abuela. (Reuters)

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