“Ella mató a Salas”, acusó Piccinetti

“Ahora vine a contar la verdad”. Con esa frase, Luis Rafael Piccinetti le respondió a la fiscal Marta Jerez una de las preguntas sobre lo que había sucedido aquella noche de julio de 2007, en Trancas. “Ella mató a Salas”, fue otro enunciado del acusado que marcó el testimonio durante la primera jornada. El hombre llegó en condición de detenido y estuvo custodiado toda la mañana. Atrás había quedado su fuga, hace más de ocho años.

Ayer, se inició el juicio oral contra el instructor de gimnasia, de 47 años, por el crimen del marido de Silvia Lai, el agricultor Eduardo José Salas. El proceso está a cargo de la Sala IV, integrada por Wendy Kassar (presidente), María Fernanda Bahler y Emilio Páez de la Torre. Frente a los magistrados, el imputado rechazó la acusación de homicidio y señaló a Silvia Lai, su ex amante, como responsable penal de la muerte del productor. La mujer cumple condena de prisión perpetua.

Piccinetti describió que Lai lo hostigaba mediante llamadas y mensajes de texto. Según el relato del enjuiciado, había registrado entre 60 y 70 comunicaciones insistiendo: “vení, vení”. Además, manifestó que el día de la muerte de Salas, Lai le había mentido. “Me dijo: ‘vení que no está mi marido; vení que yo te quiero ver’”, recordó.

Piccinetti rememoró que luego había llegado a la vivienda de la amante para tener un encuentro sexual. “Yo fui a tener sexo con ella, a tener relaciones. No fui a matar a nadie”, enfatizó. Al llegar, según describió el enjuiciado, la mujer comenzó a gritar. “Sos un maldito”, recordó, entre otros dichos.

Contó que en ese momento creía que ella “estaba hablando por teléfono con alguien”, pero que al acercarse, notaría que estaba “atacando a una persona”. Aclaró, sin embargo, que no sabía a quién agredía, ya que ella le había dicho que “el marido no estaba”. “Vi que estaba asestando golpes a la cabeza de alguien con algo. No me acuerdo con qué, ya que no logré ver el objeto. Después supe. Le dije (a Lai) ‘mirá lo que hiciste, ¿quién es?’ ”, recordó.

Piccinetti, quien declaró durante unos 30 minutos, hizo hincapié en que no pudo observar a la persona que había recibido los golpes, ya que “una toalla tapaba la cara”. En esa línea, reseñó que dos días antes del crimen, un hombre desconocido lo había amenazado de muerte. Después del deceso, reconoció a Salas como la persona que lo había intimidado.

La defensa

Entre otros testigos, las partes se mostraron atentas a la declaración de uno de los hijos del matrimonio Salas-Lai. “Yo tengo dos padres’, el que golpeaba y rameaba a mi madre, y yo como hijo mayor me metía para salvarla y era agredido. Y el padre que tengo en mi corazón, porque no quiero recordarlo de otra manera’”, confesó Rodrigo Salas en la sala.

A la vez, un policía atestiguó que se había sorprendido por la “tranquilidad” y la conducta de la mujer condenada la noche del crimen. Era uno de los agentes que habían participado en el procedimiento, luego del llamado de emergencia. De todas formas, los declarantes se centraron en rememorar tanto el tipo de relación familiar, como el operativo policial. Sólo Piccinetti dio detalles del acto delictivo.

“Todos los testimonios sirven, ya que ingreso con una persona condenada ya a prisión perpetua. Tengo que modificar eso. Mi cliente entra con prisión perpetua a este debate”, manifestó Mariela Mayer, después de la jornada de ayer. La letrada expresó que existe “un cuerpo con sábanas de llamadas y de mensajes de textos” que pueden acreditar el hostigamiento hacia Piccinetti por parte de la ex amante.

Tras la exposición del imputado, la fiscal de Cámara requirió la citación a audiencia de Lai. Los magistrados hicieron lugar al pedido y convocaron para hoy a la mujer condenada ya por el homicidio, confirmaron fuentes judiciales.