Hace 50 años: 26 de noviembre de 1969

Carlos R. Paz

LA GACETA

LA DRAMÁTICA CONFESIÓN DE UNA MASACRE

El Congreso de los EEUU se hizo eco de la más grave acusación que afronta el ejército norteamericano en el último cuarto de siglo, mientras causaban consternación las declaraciones de un veterano de la guerra en Vietnam, quien confesó haber participado en una matanza colectiva de civiles en marzo del año pasado. En un programa de televisión de la ABC, el veterano Raúl Meadio, de 22 años, dijo que había matado “entre diez y quince civiles survietnamitas por orden del oficial Calley. Después que disparé me sentí bien, pero ahora me remuerde la conciencia”, confesó el ex soldado. William L. Calley ha sido el primer militar norteamericano oficialmente acusado en relación con la supuesta masacre de My Lai. “¿Por qué lo hice?, porque me fue ordenado hacerlo. En ese momento parecía que estaba haciendo lo que debía. Porque había perdido compañeros… y eso me dolió”. Y afirmó que, según sus cálculos, fueron muertos ese día “unas 370 personas entre hombres, mujeres y niños”.

SIN ARMAS BACTERIOLÓGICAS

En trascendental decisión, el presidente Richard Nixon anunció ayer que Estados Unidos renuncia a recurrir a cualquier medio de guerra bacteriológica, promete que destruirá sus existencias actuales de ese tipo de armas, y asegura que jamás empleará en primera instancia agentes químicos que maten o incapaciten a personas. En una declaración formal, Nixon destacó que adoptó esas medidas como “una iniciativa hacia la paz”. Señaló que las futuras investigaciones gubernamentales en el campo biológico serán limitadas a medidas defensivas tales como la búsqueda de sueros de inmunización contra armas bacteriológicas que utilicen otros países. Nixon pidió al Senado que ratifique rápidamente un protocolo de 1925, redactado en Ginebra, que prohibe el empleo en una guerra de “gases asfixiantes, venenosos o de otra índole y métodos bacteriológicos de guerra”. El presidente Nixon agregó que “la humanidad tiene ya en sus manos muchas de las semillas de su propia destrucción”.

LAS ACTIVIDADES EN EL CLUB RURAL DE ALPACHIRI

Una tarea de significativa proyección comunitaria está desarrollando el Club Hogar Rural “Confianza y Unión”, de la localidad de Alpachiri. Se desempeña en las funciones de asesora María Esther Rearte Pérez, de la agencia de Extensión que el INTA tiene en esa ciudad. El club se fundó el 31 de marzo de 1964, con los auspicios y apoyo del INTA. Su objetivo fundamental es instruir a las amas de casa en todos los quehaceres que atañen al hogar del campo, en procura de un mejor aprovechamiento de los recursos familiares. Complementariamente, las alumnas reciben instrucción sobre distintos aspectos de la nutrición, salud, higiene personal, crianza, alimentación y educación del niño. Recientemente dos socias asistieron a la III Convención Regional de Clubes Hogar Rural del Noroeste, en la ciudad de Catamarca. Allí se intercambiaron ideas con el propósito de mejorar los trabajos que se ejecutan en estos clubes y asentar las bases para una acción futura.