Anarquista, millonaria y feminista: así fue la intensa vida de Salvadora

Anarquista, millonaria y feminista: así fue la intensa vida de Salvadora

“¡Arroja la bomba!” recorre el pensamiento de una de las precursoras del feminismo en la primera mitad del siglo XX.

LEYENDA. dfasdf asdfasdas fasdf asdf asdfasdfasdfasdfasdfa sdfasdfafanNN  LEYENDA. dfasdf asdfasdas fasdf asdf asdfasdfasdfasdfasdfa sdfasdfafanNN
25 Noviembre 2019

En “¡Arroja la bomba!”, la ensayista y periodista Vanina Escales compone un retrato en clave feminista sobre Salvadora Medina Onrubia, la poeta, periodista y anarquista cuya vida y producción literaria se leyó más en la historia de otros que en la propia. De este modo recapitula la biografía de una mujer que, díscola a su tiempo, prefirió elegir la cima antes que el deber. 

Loca, excéntrica, esposa “de” y anarquista millonaria -a partir de su matrimonio con Natalio Botana, fundador del Diario Crítica, que ella dirigió tras su muerte-, abuela del dramaturgo Copi, amiga de Alfonsina Storni, Medina Onrubia es más conocida por etiquetas ajenas que por su propio trabajo en los medios y sus obras literarias: al desarmar esos estereotipos, este libro se propone reconstruir una genealogía feminista libertaria.

AUTORA. Vanina Escales investigó la vida de Medina Onrubia. AUTORA. Vanina Escales investigó la vida de Medina Onrubia.

Es en esa memoria donde Escales -licenciada en Comunicación Social por la Universidad de Cuyo- indaga a través de entrevistas y mucho material de archivo, para echar luz sobre una biografía, pero también sobre las tensiones y movimientos de una época.

- ¿Cómo pensaste la biografía?

- No me gusta la figura del héroe ni de la heroína, no creo en ese tipo de construcción de liderazgos ni en la jerarquía que lleva implícita. Entonces, comencé a pensar a Salvadora como un síntoma, un problema, la muestra de un malestar de buena parte de la sociedad de su época. Una pregunta que recorre el libro es qué hace una con la época que le toca. La respuesta para Salvadora tiene actualidad en tanto esa época está en el suelo de esta y muchos malestares persisten, no solo en lo que respecta a garantizar derechos, sino en la estigmatización de sectores, en la búsqueda de expulsión a otros, por ejemplo.

- Decís que es una “feminista libertaria con sello de iconoclasta”

- Se identificó con el anarquismo porque vio en ese sistema de ideas que su sentido de la justicia social, lo que creía que debía ser la libertad y su carácter iconoclasta, hacían un maridaje ideal. Al mismo tiempo tuvo una virtud muy elogiable: nunca se calló ante una injusticia.

- ¿Y en la literatura?

- “Las descentradas” se adelantó al feminismo de la segunda ola, cuando escenificó desigualdades en los roles sociales asignados a los personajes por lo que hoy llamamos género. Fue una gran lectora de problemas sociales, con fuertes intuiciones sobre dónde estaban esos nudos.

- ¿Por qué no entró al canon literario?

- Salvadora escapa felizmente a lo que podría decirse “tener una carrera” y eso hace, al mismo tiempo, que sea poco aprehensible y compleja de leer como personaje. Fue una figura muy importante en la denuncia de las torturas y la persecución política en 1930, pero no aparece en la historiografía. Escribió sobre el aborto en 1920, inauguró una narradora lesbiana en un cuento, dirigió la página de cultura del diario La Protesta, escribió mucho sobre teatro pero con seudónimo, Dr. Brea.

- ¿Cómo condensar lo que representa en clave feminista?

- A Salvadora se la ubicó al lado de un millonario, victimizada como madre adolescente, se le dijo “loca”, se la representó deprimida... Por eso quise rescatar para la memoria colectiva a este personaje que no estaba ubicado de forma nítida en nuestra genealogía, que también es la historia de las malas madres, las mujeres, las lesbianas, las bisexuales, las artistas por fuera del canon. ¿Se puede ser parte de las luchas feministas, por la revolución social, teniendo privilegios, contradicciones, sin aspirar a ser heroica? Sí, por supuesto, Salvadora lo hizo y la escritura fue su arma más usada. (Télam)

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